El gobierno federal sí atiende el fenómeno migratorio en Tapachula, pero su estrategia es fallida, pues la crisis humanitaria que actualmente se vive es insostenible, afirmó el responsable de la Diócesis Pastoral de Movilidad Humana en Tapachula, César Augusto Cañaveral.
Lamentó que el gobierno eluda su responsabilidad de atender la crisis humanitaria que ha dejado en Tapachula el fenómeno migratorio, pues mucha gente espera un trámite en la calle en condiciones inhumanas, donde los que más sufren son los niños.
"Ciertamente los gobiernos han dado respuesta, pero su estrategia ha fallado, sus respuestas no se consideran eficaces, en el sentido que no implementan alternativas para que estos flujos migratorios sean atendidos con dignidad para las personas”, abundó.
El representante de la iglesia católica en temas migratorios consideró que el gobierno lejos de ayudar ha dejado la responsabilidad a la iglesia, a las organizaciones eclesiales, a las asociaciones sociales y estas hoy ha colapsado.
Dijo que prueba de ello son los albergues de la ciudad pertenecientes a la iglesia católica que actualmente están sobresaturados por migrantes de diversas nacionalidades que buscan ayuda ante la tardanza de sus trámites
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Señaló que los dos albergues, como el Belén y el Buen Pastor, están sobrepoblados; en el caso del primero, que tiene una capacidad de 140 personas, ahora supera los 500 y lo preocupante es que de estos, un 70 por ciento son niños. Y es que el perfil migratorio cambio, ahora son familias completas que están llegando.
Indicó que la estrategia fallida del gobierno federal propicia que migrantes pierdan la vida en su intento de obtener una mejor vida, tal y como sucedió la semana pasada, donde un accidente dejó como saldo 10 muertos y 17 heridos.
Puntualizó que Tapachula ya no tiene capacidad para recibir a más migrantes, por lo que urge una atención integral a esta problemática que se agudiza cada vez más en la frontera sur.
Aseguró que el gobierno mexicano y la misma iglesia deben poner especial cuidado en la niñez, porque existe un incremento considerable de niños y niñas migrantes en los últimos meses, y ellos son los más vulnerables.