En Tapachula, la existencia de fuentes ornamentales con pocas características arquitectónicas se volvieron comunes en distintos puntos de la ciudad, ya que alcaldes anteriores para justificar gastos se dieron a la tarea de hacerlas e inaugurarlas en los últimos días de sus administraciones para posteriormente quedar convertidas en escombros, tiraderos de basura y todo tipo de desechos, un ejemplo de ello es la costosísima fuente Atzacua.
Sin embargo, este no es el único monumento ornamental fuera de uso, algunos más en la actualidad están siendo convertidos de fuentes ornamentales en jardineras, como la que se localiza en la 8ª. Avenida Norte y 19 poniente o una de origen oriental ubicada en misma 8ª. Avenida norte y la 15ª. Poniente, son las que ya cuentan con plantas dando un aspecto diferente.
Lee también: En Tapachula, remodelan nuevo distribuidor vial Belisario Domínguez
Alfredo de la Cruz Cordero, de la asociación civil Nueva Generación Vinculación Social, afirmó que el cambio es quizás porque en muchos de los casos resulta más económico la conversión para las autoridades que reestructurarlas por las condiciones en que se encontraban como escombros, tiraderos de desechos, lo que además pone en evidencia la falta de cultura ambiental no solo de los tapachultecos sino de los visitantes y migrantes que en muchos casos contribuyeron al mal espectáculo.
Dijo que ejemplos de la mala proyección de esas obras ejecutada con dinero público son muchas, sin embargo el monumento a la corrupción corrió a cargo del ex alcalde Samuel Chacón Morales quien realizó la fuente Aztacua mejor conocida como “La Crayola”.
Señaló que la fuente tuvo un costo final superior a los 36 millones de pesos y que solo funcionó unos cuantos días con chorros danzantes que pocos recuerdan, porque de inmediato sufrió afectaciones con fisuras, daños en el sonido y la iluminación por daños a los controles que costaron a la administración siguiente casi cinco millones de pesos, pero que tampoco duraron mucho, y hoy esa fuente está prácticamente abandonada como el monumento a la corrupción.
En los últimos días las fuentes están siendo rediseñadas, incluso la que se encuentra en el que será el nuevo distribuidor vial Belisario Domínguez podría desaparecer según la maqueta de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología Municipal de Tapachula, que realiza trabajos con la finalidad de evitar caos vial, mejorar la movilidad, facilitar y solucionar algunos problemas de tránsito vehicular en la zona sur de la ciudad.
Con las nuevas jardineras en lo que fueron fuentes ornamentales se pretende evitar basureros e incluso que muchas personas pudieran utilizarlas para hacer sus necesidades fisiológicas como ocurría, o que sigan siendo fuentes de olores fétidos y focos de infección y paraíso de zancudos portadores de dengue, paludismo, zika o Chikungunya.