Gilberto Escobar Pérez desde hace 40 años es maestro del nivel básico y medio superior. Su labor y vocación ha permitido formar a decenas de generaciones de alumnos, muchos de ellos ahora profesionistas.
Es maestro afable, de sonrisa ligera pero permanente, siempre atento a los pequeños detalles y a los gestos de reconocimiento. Amigable y con un gran don de gente, porque su profesión coincide con su vocación, es como el "profe Gil" se describe.
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Su historia se remonta a 1980, fecha en que por primera vez impartió su cátedra frente a un grupo de alumnos en el Instituto Chiapas, lugar donde compartió sus enseñanzas y conocimientos por cuatro años, "Aún recuerdo ese primer día frente al grupo de alumnos, con los nervios a flor de piel, pero con la ilusión de contribuir en la formación de los niños", abundó.
En 1984 ingresó como profesor de la primera generación del Colegio de Bachilleres de Chiapas en Tapachula, "Fue para mí algo nuevo, porque el trabajar con jóvenes es muy diferente, sin embargo, preparaba mis clases de manera detallada para que los alumnos entendieran lo que quería transmitir", abundó.
Con la pasión de prepararse para mejorar la calidad educativa partió al estado de Puebla a estudiar la licenciatura en Lengua y Literatura con especialidad en Español, para posteriormente retornar a Tapachula e incorporarse a centros escolares del estado: Gabriel Ramos Millán y Teodomiro Palacios.
El profesor Gilberto recuerda el nombre de cada uno de los alumnos y alumnas a los que ha dado clase. También conoce cuáles eran sus virtudes y sus defectos, por lo que preparaba sus clases para impactar en cada uno de ellos y orientarlos.
"Sin duda la educación en esa época era muy distinta a la de ahora, porque había un mayor acompañamiento de los padres y es que a pesar de que los tiempos son diversos, la educación se enseña en casa e incluso nosotros como maestros teníamos la oportunidad de corregir cuando alguien se portaba mal, cuya intención era inculcar también buenos valores", reconoció.
Narró que hasta 1998 estuvo frente a grupo, ya que en esa fecha decidió participar en la labor social, por lo que ocupó cargos en el sindicato de la sección 40 del SNTE, del 2010 al 2011 fungió como regidor del ayuntamiento de Tapachula.
Aseguró que la educación ha cambiado mucho, sobre todos con la llegada de las nuevas tecnologías, por lo que es necesario estar en constante preparación y actualización para no quedarse en una analfabeta digital, "Sin duda la actividad académica ha cambiado mucho y es necesario actualizarse, porque antes era llegar salón e impartir la clase y hacer algunas anotaciones en el pizarrón, pero ahora es necesario hacer uso de nuevos recursos tecnológicos para atraer la atención de los alumnos", abundó
El profe Gilberto fue director del centro escolar Teodomiro Palacios y también coordinador regional de educación en el Soconusco y en el 2020 decidió jubilarse como docente del nivel básico, ya que hasta ahora continúa como catedrático en el nivel medio superior
Es un profesor con la capacidad de embelesarte al contarte la historia más fantástica de su vida docente y al mismo tiempo sorprenderte con su dominio de los aparatos tecnológicos más modernos. Domina las metodologías de enseñanza y conoce las pedagogías más emergentes.
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Es un fiel convencido que la forma del pensamiento de los alumnos actuales con el que tenían los niños del inició de su profesión es muy distinto, sin embargo, pese a este nuevo escenario, el maestro jugará siempre un papel importante en la formación de las generaciones, "Es agradable y satisfactorio que voy a un lugar y me saluda alguien que fue mi alumno en secundaria o preparatoria, pero ahora como un profesionista de la salud, abogado y maestro, eso significa que mi trabajo como docente ha valido la pena para la sociedad", sostuvo.
