Los papalotes son parte de los juguetes mexicanos, que se han ido relegando por el uso de los dispositivos electrónicos en todo el país; aunque en otras partes del mundo ocurre lo mismo con sus juegos o juguetes tradicionales, el rescate de éstos representa un gran reto para muchos artistas independientes, incluso hasta de algunas autoridades.
En México, papalote es sinónimo de cometa o volantín, obras de arte elaboradas a mano, ligeros que vuelan por los cielos con la fuerza del viento, desplegando colores vivos. Sin embargo, lo que pocos saben es que esta palabra viene de la palabra náhuatl “papalotl”, que quiere decir “mariposa”, curiosamente tiene una fonética muy parecida a la palabra francesa “papillón”, que también significa “mariposa”.
Te puede interesar: Estas son las melodías que identifican al Soconusco ¿Las conoces?
De acuerdo con Ángel Flores Rosales del Colectivo “Luz y Arte”, desde el año 2012 empezó a participar aquí en Tapachula en los concursos de papalotes que organizaban algunos regidores del ayuntamiento o agrupaciones civiles, sin embargo, su objetivo lejos de querer destacar y obtener un premio, siempre ha sido rescatar parte importante de las costumbres y tradiciones.
“Desde muy chavo empecé a concursar, aunque en ese tiempo aún no formaba mi colectivo independiente, para el rescate y fomento del arte urbano, en este caso del papalote que también es parte de un juguete tradicional del pueblo de México, como de otros países del mundo”, expresó.
Y es que Ángel Flores nos cuenta que, tras empezar a participar y destacar en eventos locales en el 2012, recibió propuestas para participar en otros estados del país como Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Estado de México, lugares a los que llegó para compartir técnicas de elaboración de estos “papalotes”, que en algunas regiones de Chiapas también se les conoce como “barriletes”.
“Hemos visto a compañeros de Colombia con otras técnicas y se asombran de estos trabajos que dignamente hacemos en México, pero especialmente Tapachula”.
Ángel Flores Rosales, Creador del Colectivo “Arte y Luz”
Mencionó, que los premios de primeros lugares y menciones honoríficas le han permitido estar en el Museo del Arte Popular de Tlaxcala, exponiendo técnicas y ofreciendo talleres de elaboración de estas hermosas manualidades que hacen del cielo un espectáculo multicolor.
“En mis primeros eventos llegué a pensar que los papalotes de 5 a 6 metros no se iban a elevar, sin embargo, me llevé una sorpresa enorme, aquí todo radica en las técnicas y los materiales que se usan para su elaboración y es eso lo más importante porque compartimos experiencias que después podemos transmitir con el firme propósito que no se pierda este arte o tradición”, expresó.
Urge rescatar el Arte Urbano
El creador de este colectivo “Luz y Arte”, asegura que en Tapachula y la región hay mucha creatividad, en distintos eventos de años atrás se logró apreciar los diseños de estructuras que jamás se piensa podrán encumbrarse, sin embargo, todo este talento está olvidado.
Según Flores Rosales, los papalotes son un signo muy representativo de la libertad, aventura, naturaleza y agilidad. Volar uno en una tarde airosa podría considerarse un acto terapéutico y artístico, desde ver cómo se despliegan los colores por el cielo, como danzan con las corrientes y sentir la fuerza de la naturaleza, una experiencia que todos deberíamos vivir una vez en la vida.
“Me ha pasado que hemos visto cubos, faroles, barriles, estrellas, culebrinas, entre otras figuras más, con material nuevo y técnicas desarmables que digo no creo vayan a volar y terminó sorprendido. Si hubiera mayor impulso y apoyo de las autoridades, la gente aprendería a usar nuestros materiales y técnicas”, enfatizó.
Afirmó, que estas actividades no se hacen porque se quiera ganar algo pues se trata del rescatar esta costumbre de arte popular reconocido a nivel mundial, además se busca que se retome la convivencia entre padres e hijos, ya que los juegos tradicionales han sido relegados por aparatos tecnológicos.
Conscientes de que se ha perdido es la convivencia en aquellos juegos tradicionales que reunían a los niños por las tardes, grupos amantes de la cultura iniciaron con la acción para que padres de familia y pequeños pudieran reunirse y revivir una de las tradiciones del pueblo volando barriletes.
“Lo que nos ayuda a mejorar la técnica y elaboración de los papalotes, es que hemos participado a nivel nacional, con el uso de carrizo, bambú, vara de palma, de madera o de popotillo, materiales comunes en la región, así como del ocote y carrizo que se usa en Puebla y Tlaxcala, con ello podemos hacer mejores papalotes, aquí solo hemos visto de 2 a 3 metros, sin embargo, en otros estados hay papalotes de 5 a 6 metros, que vuelan muy hermoso”, concluyó.