Centroamérica se prepara para el inminente golpe del huracán Iota, que en las últimas horas perdió fuerza y pasó de categoría 5 a 3, al tocar tierra en Nicaragua.
Pese a su disminución de intensidad, este huracán es potencialmente destructivo y se ha formado a solo unos días de la tragedia que dejó la tormenta tropical ETA en su paso por esta región del mundo.
Mientras tanto, del lado mexicano, Chiapas prepara un plan de contingencia ante el pronóstico de lluvias intensas en los próximos cuatro días, a efecto de este fenómeno meteorológico en combinación con un sistema de baja presión que se formó en territorio nacional.
El gobierno de Nicaragua, primer país afectado, ha informado que más de 40 mil personas han sido evacuadas de zonas de alto riesgo.
Las lluvias y vientos ya generaron afectaciones en Bilwi, Puerto Cabezas, dijo la Federación.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele desplegó fuerzas militares a los sitios considerados de riesgo, al tiempo que se realizó la evacuación de unas mil familias en las islas de Usulután, La Unión, San Vicente y La Paz.
También se han entregado paquetes alimentarios mientras se está en cautiverio a causa de las intensas lluvias que han comenzado a cubrir gran parte del territorio salvadoreño.
Guatemala y Honduras también han desplegado fuertes operativos en las zonas afectadas por ETA, donde el temor a más deslizamientos de tierra está latente.
En lo que respecta a Guatemala, las fuerzas militares y de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), se han enfocado a los departamentos de Izabal, El Petén y Huehuetenango, los mismos que recién fueron azotados y dejó más de 50 muertes y un centenar de desaparecidos.
En Chiapas el sistema estatal de Protección Civil coordina a los comités locales de, al menos, 54 municipios que durante las lluvias últimas resultaron afectados, principalmente en la Sierra y norte de la entidad.