Tapachula.- Hace un mes que migrantes "viven" en los parques de la ciudad, sin trabajo, sin comida, sin poder volver a sus países y sin avanzar a otros estados de la República Mexicana, mucho menos llegar a Estados Unidos o Canadá, a diario tienen que ir a Comar o Migración para revisar su estatus migratorio.
Con hambre, sin dinero para movilizarse, deben caminar bajo los más de 30 grados que es la temperatura habitual en Tapachula, todo para que les digan que ahí no es, que deben iniciar su trámite en otro lado y que "no importa" para cuándo les den la cita, que esperen y sigan el proceso indicado.
Las citas en ocasiones son para dentro de, con suerte, un mes, habitualmente dos o tres meses de espera.
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Este es el escenario que lleva a los migrantes a la espera de sus documentos a realizar acciones desesperadas para exigir la atención del Instituto Nacional de Migración (INM) que, mientras les dice que esperen y sigan el proceso, realiza redadas para detener a los que pueda porque "no tienen papeles" y los deporta.
Así, este jueves, cuando se iniciaron las labores del INM en el exterior de la Oficinas de Regulación Migratoria (ORM), se dieron de nueva cuenta actos violentos por parte de algunos de los migrantes que esperaban ingresar a realizar sus trámites.
Al respecto, Dayron “N” de nacionalidad venezolana, dijo que momentos antes se les acercaron unas personas posiblemente de Honduras, quienes les dijeron que esperaran la señal para iniciar con la manifestación, “vinieron hasta acá, nos andaban diciendo a todos que si no hacíamos la manifestación no nos iban a atender y nos dijeron que íbamos con todo, y yo como vengo con mi esposa y mi hija mejor nos alejamos porque sabíamos que se iba poner feo esto”.
Cabe mencionar que el día miércoles el grupo disidente de migrantes se brincó la fila y bloqueo la entrada de la ORM para tratar de evitar que se diera la atención a los extranjeros; sin embargo este jueves las acciones se recrudecieron ya que poco antes de las 8 de la mañana los manifestantes incitaron al resto de la población migrante a tratar de derribar el portón de acceso a las oficinas de la dependencia de la Secretaría de Gobernación.
En el interior, elementos de la Guardia Nacional, grupo Beta Sur y elementos del INM, trataban de contener las embestida de la multitud que trataba de ingresar por la fuerza; en ese momento los migrantes que ya se encontraban en el interior se solidarizaron con las autoridades mexicanas y apoyaron en la protección de las Oficinas de Regulación Migratoria, incluso tratando de hacer entrar en razón a sus connacionales.
Lamentablemente, la desesperación también provoca atrasos pues mientras las autoridades intentan contener el avance de los migrantes disidentes, se pierde tiempo valioso para la atención de los que hacían fila y se atrasan más días en proporcionar la documentación a todos los que esperan.
