En Chiapas, uno de los estados más ricos en recursos hídricos de México, la realidad contrasta con la abundancia de lagunas y ríos. A pesar de contar con al menos cinco lagunas y 47 ríos, incluyendo el poderoso Grijalva, las mujeres chiapanecas se enfrentan a dificultades extremas para acceder al agua en sus hogares, teniendo que recorrer distancias de hasta cuatro o cinco kilómetros cargando el vital líquido.
El arduo trabajo de acarreo de agua se repite dos o incluso tres veces al día y recae mayoritariamente en las mujeres, niños y niñas de la región. Esta situación, que se vive de manera cotidiana, refleja una paradoja en un estado con vastos recursos hídricos, pues de acuerdo a la Conagua, Chiapas es una de las 10 regiones del mundo con mayor reserva de agua subterránea.
Las estadísticas sobre el acceso al agua en México son contradictorias
Mientras el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que el 60% de la población chiapaneca tiene acceso al agua, los informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que el 95% de la población en el país cuenta con agua entubada o potable en sus hogares. Sin embargo, estas cifras no reflejan la realidad en Chiapas y otros estados del sur-sureste, donde persisten desafíos significativos en el acceso al agua.
En la década de 1990, México enfrentó contagios masivos de cólera, lo que llevó al gobierno federal a invertir en sistemas de agua potable. Sin embargo, esta inversión ha disminuido con el tiempo, y la actual administración destina apenas el 10% de lo que se invertía antes en este ámbito, aproximadamente 100 millones de pesos.
Esta falta de inversión se refleja en la realidad de municipios como Chenalhó, ubicado en la zona Altos de Chiapas, donde de las 135 comunidades que supuestamente tienen un sistema de agua potable, solo cinco funcionan de manera eficaz. En el resto, los sistemas están deteriorados, con filtraciones o simplemente no funcionan.
Según el Plan Hídrico de 2023 en Chiapas, más de 600 mil habitantes aún no tienen acceso directo, disposición y saneamiento adecuados del agua para consumo y uso doméstico. Esto representa un grave problema de salud pública y calidad de vida para miles de personas en la entidad.
Las causas de este rezago son diversas
La dispersión poblacional, escasas fuentes para el suministro, infraestructura obsoleta, insuficiencia en las capacidades de captación, conducción y distribución del agua, así como deficiencias en la realización de obras para brindar el servicio de manera adecuada.
El acceso al agua no es solo un problema de cantidad, sino también de calidad y saneamiento. La falta de sistemas de drenaje afecta a una gran parte de la población chiapaneca, con municipios como Las Margaritas presentando el mayor rezago en este aspecto, afectando a decenas de miles de habitantes.
Carencia a pesar de recursos hidrológicos
La carencia se presenta a pesar de los abundantes recursos hidrológicos de Chiapas que representa el 45.74 por ciento del total del país, además de las 110 mil hectáreas de aguas continentales, 260 kilómetros de litoral, un mar patrimonial de 96 kilómetros cuadrados, 75 mil 230 hectáreas de esteros y 10 sistemas lagunarios, la entidad se divide en dos regiones hidrológicas, la Costa y el Grijalva – Usumacinta.
Plantas de tratamiento y desafíos ambientales
En Chiapas existen 292 plantas de tratamiento de aguas residuales, distribuidas en 88 municipios y 280 localidades, de las cuales el 33.1 por ciento se encuentran activas, el 3.7 por ciento deficientes, el 58.9 por ciento no operan y el 4.1 por ciento se encuentran en proceso de construcción.
La capacidad instalada de las plantas de tratamiento de aguas residuales es del orden de los 3 mil 039.09 litros por segundo, sin embargo, solo se tratan 1.255.16 litros por segundo en las Costa de Chiapas y el 87.4 por ciento en el ámbito del Consejo de Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta, los que presentan el mayor caudal tratado son Tuxtla Gutiérrez, Tonalá, Tapachula, La Trinitaria, Salto de agua, Villa Corzo, Palenque, La Independencia, Ocozocoautla y Zinacantán, con 54 plantas.
Impacto de Coca Cola en la escasez de agua en Chiapas
La periodista Martha Pskowski ha publicado en la web estadounidense Truth Out un extenso reportaje sobre la planta que Coca Cola tiene entre las localidades chiapanecas de San Felipe y San Cristóbal. La instalación consume más de un millón de litros de agua al día, lo que está teniendo consecuencias sobre el abastecimiento de la población.
Según el reportaje, la escasez está obligando a la población de San Felipe Ecatepec a andar hasta dos horas para obtener el agua necesaria para el día a día.
La planta de Coca Cola, gestionada por la compañía FEMSA, fabrica un 5% de los productos que la marca distribuye en México. ¿Cómo se producen todos esos litros de refresco? La solución está en las montañas, en concreto bajo el monte de Huitepec, desde donde Coca Cola obtiene el agua. El problema se ha visibilizado cuando el subsuelo del valle chiapaneco no ha dado más de sí para proveer de agua a las dos ciudades y se ha agravado con las sequías provocadas por el cambio climático.
A la falta de abastecimiento y la insalubridad del agua se suma otro aspecto fundamental y es que la explotación por parte de la marca más famosa del mundo no tiene los beneficios económicos que pueden suponerse. Según el informe Right to Drinking Water and Sanitation publicado en mayo de este año, Coca Cola paga menos de 150 euros cada año por cada uno de los 40 permisos que tiene vigentes en México, muchos de ellos obtenidos para periodos de 50 años. La compañía obtuvo en 2015 562 millones de dólares de beneficios y 8.000 millones de ingresos.