Familiares de pacientes hospitalizados enfrentan una odisea al esperar noticias afuera de los hospitales de Tapachula, viéndose obligados a dormir en las calles, expuestos a las inclemencias del clima, la inseguridad y la violencia que se vive.
La falta de recursos económicos obliga a las familias a pasar hambre, sed, sol y lluvias mientras esperan noticias sobre la condición de sus seres queridos que llegan por alguna enfermedad o un accidente a los nosocomios.
Temperaturas superiores a casi los 40 grados de la ciudad se convierte en un desafío para quienes pasan largas horas de espera, como es el caso de quienes internan a sus pacientes en el hospital Nueva Frontera del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde no hay en donde refugiarse.
Hay familiares que viajan kilómetros desde los municipios de la Costa y Sierra Madre de Chiapas a Tapachula, pues los clínicas y hospitales privados son muy caros por lo que vienen desde municipios como El Porvenir, Motozintla, Escuintla, Mapastepec, Pijijiapan entre otras localidades.
En medio de la adversidad, las familias demuestran resiliencia y determinación, para superar cada obstáculo con la esperanza de recibir noticias de que su paciente está fuera de peligro o estable en su condición de salud.
Las organizaciones civiles e iglesias son quienes brindar apoyo a estas familias, proporcionando alimentos y agua. Sin embargo, la demanda supera la capacidad de ayuda disponible.
La falta de una infraestructura adecuada o un albergue para atender a los familiares de pacientes hospitalizados es visible y la poca protección con la que estos cuentan en la zona del Hospital General de Tapachula fue creada por un sitio de taxis locales mismo que le sirve de base.
Los familiares mencionaron que es necesario que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes esperan afuera de los distintos hospitales.
Los hoteles son muy caros, preferimos dormir en la calle y comprar lo que nos pidan en el hospital
Guadalupe Espinoza, familiar de paciente
Guadalupe Espinoza, viajó de Motozintla al hospital de General de Tapachula y platicó para Diario del Sur que los hospitales de la ciudad no cuentan con un espacio en donde los familiares puedan dormir o bañarse, mientras hay quienes pasan hasta 15 días afuera del nosocomio.
Platicó que como mujer es incómodo dormir en la calle o banqueta, exponiéndose a los peligros que representa además de pasar hambre, frío o calor, ya que muchas personas llegan solo con su paciente y sin un peso ni para tomarse un agua.
“Los hoteles son muy caros, preferimos dormir en la calle y comprar lo que nos pidan en el hospital para ayudar a nuestro familiar hospitalizado, pues no se sabe qué nos pedirán y hay medicamentos que sí son caros”, expresó la mujer, que espera con su hija a que su esposo se recupere para regresar a Motozintla.
Añadió que las autoridades deben ser más sensibles y solidarias con las familias que pasan días afuera de un hospital y construir un espacio para que puedan quedarse o que les permitan al menos quedarse adentro del nosocomio para no exponerse a más peligros.
Externó que el hospital es muy grande y bien se podría adecuar un espacio en donde los familiares puedan pasar la noche e incluso poder tener algún alimento a bajo costo.
Señaló que en Motozintla se necesita más especialistas, ya que muchas personas han muerto en los traslados desde la sierra a Hospital Manuel Velasco o al Nueva Frontera del IMSS.
“Está situación es incómoda y peligrosa, máxime, que vengo acompañada de mi hija y las dos estamos durmiendo en la banqueta del hospital donde otras personas que también están esperando que salgan sus familiares internados”, abundó.
Precisó que es necesario la creación de áreas de descanso para familiares dentro de los hospitales para evitar algún hecho lamentable o que algún hombre se sobrepase con las mujeres que se quedan a cuidar a sus enfermos.
Urge proyecto asistencial para las familias de hospitalizados
La preocupación por las condiciones en las que se encuentran los familiares de los hospitalizados en Tapachula ha llevado a Emilio Santiago, representante de un sitio de taxis local y sus agremiados, a tomar medidas para brindar algo de alivio a aquellos que enfrentan dificultades durante su estadía en los hospitales de la ciudad.
El transportista contó a Diario del Sur que ellos construyeron el pequeño espacio con carpas para que las familias se pudieran refugiar del sol y la lluvia, pero ya está deteriorado y se requiere componer.
Pidió a la población, autoridades y candidatos de elección popular que donen sillas, carpas, lonas para que las personas de escasos recursos que llegan en este caso al hospital General Manuel Velasco se protejan de las inclemencias del tiempo.
“Se debe hacer un proyecto para ayudar a las familias de escasos recursos que llegan a los hospitales de la ciudad, pues el que tiene el hospital lo hicimos nosotros, pero ya está deteriorado”, expresó el trabajador del volante.
Añadió que es feo ver cómo las familias pasen horas bajo los rayos del sol como ocurre en el Hospital Nueva Frontera del IMSS
Mencionó que la ausencia de baños obliga a las personas a realizar sus necesidades fisiológicas en áreas no apropiadas, lo que representa un riesgo para la salud e higiene de todos.
Precisó que el espacio que ellos crearon lo utilizan quienes llegan a una consulta médica e incluso embarazadas mientras esperan ser atendidas.
“Hacemos un llamado a las autoridades, al gobernador y a los candidatos para que escuchen las peticiones que hacemos para ayudar a las familias que tienen a algún paciente internado en los hospitales de la ciudad”, abundó.
Puntualizó que es necesaria la empatía y la comprensión en nuestra sociedad para apoyar a aquellos que enfrentan dificultades que se pueda construir una comunidad más justa y solidaria donde todos tengan la oportunidad de recibir el cuidado y el apoyo que merecen en tiempos de necesidad.