Huixtla.- Cerca de 200 familias que residen en las cercanías de las vías del ferrocarril en la zona urbana de la ciudad de Huixtla, conocida como la Ciudad de la Piedra, han expresado su inquietud ante el anuncio de la reactivación del tren y los posibles efectos que esto podría acarrear.
En este contexto, líderes familiares y representantes del comité de afectados, tanto directa como indirectamente, han manifestado su preocupación ante los rumores que han surgido en relación a los trabajos de demolición que supuestamente están siendo realizados por empresas involucradas en la rehabilitación de las vías ferroviarias. Se teme que estos trabajos afecten el flujo vehicular y puedan causar un caos en la circulación.
Estos residentes han indicado que han tomado medidas para establecer comunicación con los tres niveles de gobierno, ya que hasta el momento no han recibido información oficial al respecto.
Adicionalmente, han señalado que alrededor de tres kilómetros dentro de la zona urbana podrían verse afectados por estos trabajos, dado que se prevé que el tren pase al menos 12 veces por esta región una vez que sea reactivado. Esto podría generar complicaciones en las maniobras y un potencial caos en la zona.
Carlos Alberto López Gómez, miembro de este comité, ha destacado que, si bien reconocen la importancia del proyecto de reactivación del tren en el sureste y agradecen al gobierno de la república por ello, es fundamental realizar un análisis más detallado. En sus palabras, cuando el tren comenzó a operar en Huixtla, solo existían tres taxis y no había presencia de triciclos ni motocicletas, a diferencia de la situación actual en la que el tráfico vehicular ha aumentado significativamente, junto con la presencia de peatones, personas de la tercera edad y comerciantes del mercado público Miguel Hidalgo.
En este sentido, considera que los habitantes, especialmente aquellos que viven cerca de las vías, deben estar informados sobre el proyecto. Más de 500 familias se han sumado indirectamente a este movimiento, solicitando que sus viviendas no sean afectadas y buscando un análisis exhaustivo para determinar si es apropiado reactivar el tren en la zona urbana o si deberían ser reubicadas fuera de la ciudad. La incertidumbre prevalece.
Es importante mencionar que este movimiento ha ganado adhesión de familias de colonias como El Relicario y Montecristo, donde también se prevé que puedan ser afectadas.