/ domingo 16 de abril de 2023

Gina de Paiz: Talento, arte y diseño a la medida

Gina tiene una vida autentica, así que se casa cuando tenía 21 años y a los 22, nació su primera hija

Los diseños de Gina tienen un sello realista; son piezas que duran muchas temporadas por su corte clásico, piezas innovadoras que son no lujosas, sino elegantes y que dan seguridad a quien las porta.

Georgina Valdivia Ortega, quien cambió su nombre de pila por el delicado Gina de Paiz, se construyó una carrera increíble, que la catapultó el universo de la alta costura y la convirtió en una diseñadora imprescindible entre la flor y nata de la sociedad chiapaneca.


Te puede interesar: Abigaíl Sánchez Hernández, una historia de amor y superación


Creo sin temor a equivocarme, que su vida es el estandarte de muchas mujeres que se dejan llevar por el destino, hasta convertirse en una celebridad respetable, con un trabajo sencillo pero artístico que la llenó de fama y prestigio.

Las lecciones más importantes las adquirió como aprendiza en una escuela que le enseñó la base del corte y confección, pero eso fue hace muchos años, así que, digamos que el resto se debe a su talento, imaginación, pero sobre todo, disciplina, eso sucedió muchos años después, poco tiempo antes de que decidiera arriesgarse y abrir su propio taller.



Nuestra estelar de Diario del Sur, nace en Tapachula y por vueltas del destino es registrada en la ciudad de México. Hija de una mujer con cerebro de fenicio dedicada al comercio con inclinación al diseño y la costura, quien por cierto, perdió a su padre siendo muy pequeña y es adoptada por Don Pablito Solares (fundador de La Mesa Redonda).

Gina era muy pequeña cuando sus padres decidieron separarse, así que Don Pablito ordena que, al ser tan pequeña, se quede con él bajo su cuidado. Gina lo recuerda como un padre, un abuelo amoroso, sabio, culto, amante de la poesía y la buena música, un hombre íntegro; valores que inyectó en Gina, que fueron sus muletas para crecer y llegar al sitio privilegiado que hoy presume con humildad.

Como si fuera ayer todavía recuerda que, todos los domingos iba a misa con su abuela, la llevaba a San Agustín y, después a ponerle flores a su bisabuelo en el panteón, a su regreso su abuelo ya la estaba esperando para llevarla al centro a comprarle los famosos “Clásicos Ilustrados”, - ¡Y me compró todos! - y con eso me hizo aficionada a la lectura, narra Gina emocionada.




Después de la secundaria ingresa a la preparatoria número 1, y deja trunca la carrera de Trabajo Social, el amor la ha hecho perder la cabeza. Ingresa a trabajar a Telmex porque su abuelo decidió que, -sin hacer nada no iba a estar-, así que comienza como operadora de larga distancia y ya con base escala un puesto en la oficina y…

Gina tiene una vida autentica, así que se casa cuando tenía 21 años y a los 22, nació su primera hija. Se casa enamorada para siempre de Elías Paiz, un hombre honrado que llegó del vecino país, quien prestó por más de 30 años sus servicios convirtiéndose en la mano derecha de Don Antonio Fernández Torres, y por supuesto, en el compañero de nuestra estelar de hoy.

Con Elías Paiz integra un hogar con tres hijos, incluyendo a Daniel, quien siendo adolescente soñó con ser bailarín de ballet clásico, pero ya sabe usted como es la vocación, así que se convirtió en un profesional del diseño.

Eran muy jóvenes sus hijos y en la intimidad con su esposo, deciden que debe dejar de colaborar en Teléfonos de México, para dedicarse a sus hijos, renuncia después de 14 años a Telmex y se vuelve mamá de 24 horas.

Tres años después reflexiona y despierta ¡Qué hice!, ella no sabía estar sin generar dinero, sin trabajar, así que, recordó que en la secundaria había cursado el taller de Corte y Confección y estuvo bajo la dirección de una excelente maestra, quien de manera individual le enseñó y decide ingresar al CECATI, para aprender más.



Ahí cursa sastrería masculina, alta costura y viaja a Rosarito, Baja California, a ver a su mamá que estaba delicada de salud y, allá descubre el mundo de la alta costura, la moda y su vida está a punto de cambiar…

Aquel fenómeno que golpeó muy fuerte al Soconusco, el Stan, trajo cosas buenas a la vida de Gina, aparece Mercedes García Isasi, mamá de Andrea Bejarano que sería reina de La FIT, para pedirle que le diseñe un vestido a su hija, y se atreve a confeccionarle un vestido de gala y regional, que en el baile de presentación causó tanta sensación que los asistentes creyeron que Mafud, había hecho aquel diseño, así que haber sido comparado su trabajo con un diseñador de tal nivel, le dio el empujón y le quitó los miedos.

Sus hijos y su esposo la apoyan, comienza una nueva etapa de su vida, surge de su interior aquella diseñadora que se había estado dormida por años: su fama, tras haber diseñado y confeccionado el vestido de Andrea Bejarano, corrió como reguero de pólvora y su pequeño taller llegó a contar con 8 colaboradoras, entre costureras y bordadoras.

Una gala de lujo, una estrella del ballet llega a su taller y le pide de favor que le haga el diseño para su estelar en “La Bella Durmiente”, se trata de Mariana Pérez Lazos que iba acompañada de su mamá Susy Lazos.

Ahí comienza a trabajar con Andrea Trujillo de la Royal Ballet Center, que le pide que sea su vestuarista y Gina, que tenía entre sus clientas a Andrea Trujillo, pone sus condiciones para trabajar:

-Quiero respeto, quiero entendimiento y que me des libertad para hacer mi trabajo, que me des permiso absoluto para echar a andar mi creatividad-

Andrea se emocionó porque era la persona ideal que había deseado encontrar. Así que realiza todo el vestuario de la Bella Durmiente, un vestuario espectacular y a partir de ese momento se convierte en la diseñadora profesional de la compañía de la Royal Ballet Center.



Pero cómo entender el ballet, los personajes, el vestuario y la época, muy simple: Previo a cada puesta en escena, juntas se ponen a trabajar por horas; Andrea le cuenta la historia y Gina busca todo para crear un diseño a la época y es auxiliada por su hijo Daniel quien, por cierto, está considerado entre uno de los mejores 50 diseñadores.

-Andrea le apuesta a lo grande, no hay miserias, quiere todo bien y de buena calidad- trabajar con ella es lo mejor que me pudo haber pasado por que Andrea me da libertad para que el trabajo esté a la altura- es una mujer que le gusta lo bueno y le invierte- Es su marketing, y cuida que sus alumnos bailen en un escenario digno y con vestuario espectacular.

Después vino Raymonda y luego Alicia en el País de Las Maravillas, amen a muchos diseños de clientas para bodas, quinceaños, fiestas y convertida ya en la diseñadora exclusiva de muchas mujeres que gustan todo a su medida y original.

“Quien porte un diseño a la medida con el arte y creatividad de Gina de Paiz, se identifica porque es una mujer clásica, que viste segura y se considera una dama que irradia feminidad y vanguardia”.

Nueve galas, nueve puestas en escena en donde Gina de Paiz, ha vestido a muchos personajes, ha ganado ovaciones, reconocimientos, pero sobre todo, la satisfacción de estar sumergida en medio del arte, diseñar para grandes puestas en escena y eso, esa satisfacción es el mejor pago que ha recibido.



Georgina Valdivia Ortega, es la mujer que se aventuró un día para casarse con Elías Paiz, el hombre que cruzó la frontera en busca de nuevos horizontes, es el mismo, quien junto con sus hijos, la apoyaron para realizarse y compartiera lo de hoy.

Tres hijos maravillosos, libres y felices: Ivonne de 40 años es comunicóloga, Daniel, diseñador y trabaja para gobierno del estado de Chiapas; es el creador del nuevo escudo de Chiapas, y Delia, graduada de bailarina en danza contemporánea, pero que también heredó la valentía de su madre cruzando fronteras para ir y encontrarse con su destino. Delia vive en Canadá, cambió la danza y estudió licenciatura en educación preescolar, ya es ciudadana canadiense, se casó con un francés y mi entrevistada de hoy tiene 5 nietos.

Con una trayectoria exitosa, al final de la entrevista, Gina narra que, no todo es color de rosa, pues Elías, su esposo pierde su trabajo después de 35 años, acusado de tomar lo ajeno sin poderse defender, y como son una pareja con mucha fe en Dios, dejan todo en manos de él y el tiempo que es buen juez, pero tuvieron que vender su casa para salir adelante.

Nada que el amor no pueda superar así que juntos salen adelante. Gina, diseña, corta, se inspira y crea piezas únicas, como si fuera su vestido de novia, lo hace con mucha emoción y mucho amor. Así es Gina.

Para el final de sus días, sueña y desea retirarse en 3 años, como las grandes del mundo de la moda, e irse a vivir el resto de sus días a un ranchito pintoresco que junto con su esposo han trabajado duro para ver y hacer juntos, el recuento de los años.

¡No vas a poder dejar esto, la costura, el diseño es tu vida Gina! -ya dirá Dios, me dice feliz, satisfecha, orgullosa de tener a sus hijos y nietos sanos, de tener vida y poder agradecer todos los días tanto a Dios.

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Gina de Paiz, es diseñadora de alta costura. La vestuarista de obras, la mujer que ha escrito una historia autentica y quien es la inspiración de muchas.

Georgina Valdivia, mejor conocida como Gina de Paiz, nació el 12 de enero de 1961, ha compartido su vida junto con Elías Paiz, por 41 años. Es una mujer joven con mucho potencial, por eso creo que, eso de retirarse, es tal vez una jubilación a medias porque no ha nacido quien la supla.


Comentarios: morancarlos.escobar1958@gmail.com

Los diseños de Gina tienen un sello realista; son piezas que duran muchas temporadas por su corte clásico, piezas innovadoras que son no lujosas, sino elegantes y que dan seguridad a quien las porta.

Georgina Valdivia Ortega, quien cambió su nombre de pila por el delicado Gina de Paiz, se construyó una carrera increíble, que la catapultó el universo de la alta costura y la convirtió en una diseñadora imprescindible entre la flor y nata de la sociedad chiapaneca.


Te puede interesar: Abigaíl Sánchez Hernández, una historia de amor y superación


Creo sin temor a equivocarme, que su vida es el estandarte de muchas mujeres que se dejan llevar por el destino, hasta convertirse en una celebridad respetable, con un trabajo sencillo pero artístico que la llenó de fama y prestigio.

Las lecciones más importantes las adquirió como aprendiza en una escuela que le enseñó la base del corte y confección, pero eso fue hace muchos años, así que, digamos que el resto se debe a su talento, imaginación, pero sobre todo, disciplina, eso sucedió muchos años después, poco tiempo antes de que decidiera arriesgarse y abrir su propio taller.



Nuestra estelar de Diario del Sur, nace en Tapachula y por vueltas del destino es registrada en la ciudad de México. Hija de una mujer con cerebro de fenicio dedicada al comercio con inclinación al diseño y la costura, quien por cierto, perdió a su padre siendo muy pequeña y es adoptada por Don Pablito Solares (fundador de La Mesa Redonda).

Gina era muy pequeña cuando sus padres decidieron separarse, así que Don Pablito ordena que, al ser tan pequeña, se quede con él bajo su cuidado. Gina lo recuerda como un padre, un abuelo amoroso, sabio, culto, amante de la poesía y la buena música, un hombre íntegro; valores que inyectó en Gina, que fueron sus muletas para crecer y llegar al sitio privilegiado que hoy presume con humildad.

Como si fuera ayer todavía recuerda que, todos los domingos iba a misa con su abuela, la llevaba a San Agustín y, después a ponerle flores a su bisabuelo en el panteón, a su regreso su abuelo ya la estaba esperando para llevarla al centro a comprarle los famosos “Clásicos Ilustrados”, - ¡Y me compró todos! - y con eso me hizo aficionada a la lectura, narra Gina emocionada.




Después de la secundaria ingresa a la preparatoria número 1, y deja trunca la carrera de Trabajo Social, el amor la ha hecho perder la cabeza. Ingresa a trabajar a Telmex porque su abuelo decidió que, -sin hacer nada no iba a estar-, así que comienza como operadora de larga distancia y ya con base escala un puesto en la oficina y…

Gina tiene una vida autentica, así que se casa cuando tenía 21 años y a los 22, nació su primera hija. Se casa enamorada para siempre de Elías Paiz, un hombre honrado que llegó del vecino país, quien prestó por más de 30 años sus servicios convirtiéndose en la mano derecha de Don Antonio Fernández Torres, y por supuesto, en el compañero de nuestra estelar de hoy.

Con Elías Paiz integra un hogar con tres hijos, incluyendo a Daniel, quien siendo adolescente soñó con ser bailarín de ballet clásico, pero ya sabe usted como es la vocación, así que se convirtió en un profesional del diseño.

Eran muy jóvenes sus hijos y en la intimidad con su esposo, deciden que debe dejar de colaborar en Teléfonos de México, para dedicarse a sus hijos, renuncia después de 14 años a Telmex y se vuelve mamá de 24 horas.

Tres años después reflexiona y despierta ¡Qué hice!, ella no sabía estar sin generar dinero, sin trabajar, así que, recordó que en la secundaria había cursado el taller de Corte y Confección y estuvo bajo la dirección de una excelente maestra, quien de manera individual le enseñó y decide ingresar al CECATI, para aprender más.



Ahí cursa sastrería masculina, alta costura y viaja a Rosarito, Baja California, a ver a su mamá que estaba delicada de salud y, allá descubre el mundo de la alta costura, la moda y su vida está a punto de cambiar…

Aquel fenómeno que golpeó muy fuerte al Soconusco, el Stan, trajo cosas buenas a la vida de Gina, aparece Mercedes García Isasi, mamá de Andrea Bejarano que sería reina de La FIT, para pedirle que le diseñe un vestido a su hija, y se atreve a confeccionarle un vestido de gala y regional, que en el baile de presentación causó tanta sensación que los asistentes creyeron que Mafud, había hecho aquel diseño, así que haber sido comparado su trabajo con un diseñador de tal nivel, le dio el empujón y le quitó los miedos.

Sus hijos y su esposo la apoyan, comienza una nueva etapa de su vida, surge de su interior aquella diseñadora que se había estado dormida por años: su fama, tras haber diseñado y confeccionado el vestido de Andrea Bejarano, corrió como reguero de pólvora y su pequeño taller llegó a contar con 8 colaboradoras, entre costureras y bordadoras.

Una gala de lujo, una estrella del ballet llega a su taller y le pide de favor que le haga el diseño para su estelar en “La Bella Durmiente”, se trata de Mariana Pérez Lazos que iba acompañada de su mamá Susy Lazos.

Ahí comienza a trabajar con Andrea Trujillo de la Royal Ballet Center, que le pide que sea su vestuarista y Gina, que tenía entre sus clientas a Andrea Trujillo, pone sus condiciones para trabajar:

-Quiero respeto, quiero entendimiento y que me des libertad para hacer mi trabajo, que me des permiso absoluto para echar a andar mi creatividad-

Andrea se emocionó porque era la persona ideal que había deseado encontrar. Así que realiza todo el vestuario de la Bella Durmiente, un vestuario espectacular y a partir de ese momento se convierte en la diseñadora profesional de la compañía de la Royal Ballet Center.



Pero cómo entender el ballet, los personajes, el vestuario y la época, muy simple: Previo a cada puesta en escena, juntas se ponen a trabajar por horas; Andrea le cuenta la historia y Gina busca todo para crear un diseño a la época y es auxiliada por su hijo Daniel quien, por cierto, está considerado entre uno de los mejores 50 diseñadores.

-Andrea le apuesta a lo grande, no hay miserias, quiere todo bien y de buena calidad- trabajar con ella es lo mejor que me pudo haber pasado por que Andrea me da libertad para que el trabajo esté a la altura- es una mujer que le gusta lo bueno y le invierte- Es su marketing, y cuida que sus alumnos bailen en un escenario digno y con vestuario espectacular.

Después vino Raymonda y luego Alicia en el País de Las Maravillas, amen a muchos diseños de clientas para bodas, quinceaños, fiestas y convertida ya en la diseñadora exclusiva de muchas mujeres que gustan todo a su medida y original.

“Quien porte un diseño a la medida con el arte y creatividad de Gina de Paiz, se identifica porque es una mujer clásica, que viste segura y se considera una dama que irradia feminidad y vanguardia”.

Nueve galas, nueve puestas en escena en donde Gina de Paiz, ha vestido a muchos personajes, ha ganado ovaciones, reconocimientos, pero sobre todo, la satisfacción de estar sumergida en medio del arte, diseñar para grandes puestas en escena y eso, esa satisfacción es el mejor pago que ha recibido.



Georgina Valdivia Ortega, es la mujer que se aventuró un día para casarse con Elías Paiz, el hombre que cruzó la frontera en busca de nuevos horizontes, es el mismo, quien junto con sus hijos, la apoyaron para realizarse y compartiera lo de hoy.

Tres hijos maravillosos, libres y felices: Ivonne de 40 años es comunicóloga, Daniel, diseñador y trabaja para gobierno del estado de Chiapas; es el creador del nuevo escudo de Chiapas, y Delia, graduada de bailarina en danza contemporánea, pero que también heredó la valentía de su madre cruzando fronteras para ir y encontrarse con su destino. Delia vive en Canadá, cambió la danza y estudió licenciatura en educación preescolar, ya es ciudadana canadiense, se casó con un francés y mi entrevistada de hoy tiene 5 nietos.

Con una trayectoria exitosa, al final de la entrevista, Gina narra que, no todo es color de rosa, pues Elías, su esposo pierde su trabajo después de 35 años, acusado de tomar lo ajeno sin poderse defender, y como son una pareja con mucha fe en Dios, dejan todo en manos de él y el tiempo que es buen juez, pero tuvieron que vender su casa para salir adelante.

Nada que el amor no pueda superar así que juntos salen adelante. Gina, diseña, corta, se inspira y crea piezas únicas, como si fuera su vestido de novia, lo hace con mucha emoción y mucho amor. Así es Gina.

Para el final de sus días, sueña y desea retirarse en 3 años, como las grandes del mundo de la moda, e irse a vivir el resto de sus días a un ranchito pintoresco que junto con su esposo han trabajado duro para ver y hacer juntos, el recuento de los años.

¡No vas a poder dejar esto, la costura, el diseño es tu vida Gina! -ya dirá Dios, me dice feliz, satisfecha, orgullosa de tener a sus hijos y nietos sanos, de tener vida y poder agradecer todos los días tanto a Dios.

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Gina de Paiz, es diseñadora de alta costura. La vestuarista de obras, la mujer que ha escrito una historia autentica y quien es la inspiración de muchas.

Georgina Valdivia, mejor conocida como Gina de Paiz, nació el 12 de enero de 1961, ha compartido su vida junto con Elías Paiz, por 41 años. Es una mujer joven con mucho potencial, por eso creo que, eso de retirarse, es tal vez una jubilación a medias porque no ha nacido quien la supla.


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