La Iglesia Católica brinda alimentos a migrantes de diferentes nacionalidades que están varados en el municipio de Suchiate y que mantienen un campamento esperando ser atendidos por el Instituto Nacional de Migración.
El párroco de Suchiate, Heyman Vázquez Medina, dio a conocer que brinda una comida al día a los migrantes que llegan al municipio tras cruzar el río Suchiate con la intención de llegar a los Estados Unidos.
Explicó que son un promedio de mil migrantes que ingresan al día por este municipio fronterizo con Guatemala huyendo de la violencia, la delincuencia y las extorsiones que viven en sus países de origen.
“Solo en lo que llevamos de mes hemos entregado más de 5 mil platos de comida, principalmente a las niñas, niños y mujeres que son los que necesitan alimentarse, ya que los hombres aguantan un poco más”, expresó el párroco.
Añadió que el recurso es limitado para poder darles mínimo las dos comidas, por ello, únicamente les dan una alrededor del mediodía para que puedan tener algo en el estómago.
Mencionó que hay mucha xenofobia de muchas de las personas locales en contra de las personas que solo buscan una mejor oportunidad de vida lejos de la violencia que viven en países de Centroamérica y Sudamérica.
“Es necesario que la población sea más empática con los hermanos y hermanas migrantes que están durmiendo en las calles y que no tienen dinero para poder llevar un bocado de comida”, abundó.
Precisó que la iglesia hace la lucha de ayudar hasta donde sus posibilidades le dan y cuentan con el respaldo de los feligreses católicos que ayudan a repartir la comida todos los días a las personas migrantes e incluso a algunos mexicanos que lo requieran.
Indicó que al día sirven un promedio de 500 a 700 platos de comida a las personas de Venezuela, Colombia, Cuba, Haití, que llegan a la iglesia por alimentos para ellos y sus familias.
Puntualizó que si contaran con el recurso económico suficiente les podrían brindar dos comidas, por tal razón solo les piden una comida al día a los migrantes que están en el municipio durmiendo en las calles o en el campamento improvisado.