Amanece en la frontera sur y como todos los días los balseros que laboran normalmente cruzando el río fronterizo Suchiate han comenzado desde muy temprano a realizar sus actividades sin ningún contratiempo y sin la supervisión de ninguna autoridad mexicana que revise el intercambio comercial que se desarrolla entre ambas naciones a través de esta frontera natural.
Los balseros desde las cuatro de la mañana llevan y traen personas y mercancía de un lado para otro sin que nadie les diga algo, así lo han hecho durante muchos años, nadie ha podido frenar este flujo de personas que a diario pasan al lado mexicano para trabajar o comprar pues el tipo de cambio beneficia a los pobladores chapines que ven en el comercio mexicano una oportunidad de adquirir mercancía para revender en su país.
La mañana transcurre con calma, apacible, como si del otro lado no se gestara una lucha de parte de cientos de personas que salieron de Honduras hace ya dos días para intentar cruzar territorio guatemalteco, ingresar a México y llegar a Estados unidos, eso no afecta esta frontera que entrada la mañana se encuentra apacible como un día cualquiera.
Del lado mexicano no se observa la presencia de ningún migrante que intente ingresar a territorio nacional, a pesar de la poca vigilancia de las autoridades de migración y la Guardia Nacional.
El día de ayer el comisionado nacional de migración, Francisco Garduño, mencionó que cientos de elementos de la Guardia Nacional y de fuerzas federales llegaron a este punto de la ciudad para contener el arribo de la caravana, pero desde el día de ayer desde las 17 horas no se observa su presencia.