Debido a que el Gobierno Federal le retiró, desde hace más de un año, la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, sin emitir ninguna justificación, hoy don Ángel se ve obligado a pedir limosna en las calles todos los días para poder sobrevivir, con el peligro que esto implica.
Don Ángel Pérez Pérez, de 51 años de edad, originario del ejido Santo Domingo en el municipio de Unión Juárez, se traslada dos veces por semana a Tapachula para pedir dinero en las calles céntricas de esta ciudad, esperando la buena voluntad de las personas que lo ven con dificultades para caminar.
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Arriesgando su integridad, don Ángel se hace acompañar con un aparato de sonido sintonizando música cristiana, quizás, con el objetivo de tocar el corazón de las personas, y de ahí poder sacar su sustento económico para lo básico, que es su alimentación y el pasaje de regreso a su casa.
Además, lamentó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sin ninguna justificación le dejó de dar el apoyo desde agosto del año pasado, aun cuando, en su informe de gobierno narró que se iba a incrementar el número de beneficiados de este programa social.
Dijo que desde hace años, sufrió un accidente que le dejó inmovilizado una parte de su cuerpo, por lo que ya nadie le da trabajo, por lo que la Pensión del Bienestar era un aliciente para solventar los gastos más necesarios que tenía, que era el de comprar sus medicamentos y comprar para sus alimentos.
Expuso que es injusto que ya estaba inscrito en el programa, incluso, recibió el apoyo económico en cuatro ocasiones, y sin decirle nada lo excluyeron, sin embargo, aseguró que hay otras personas a las que le dan mal uso el apoyo y lo siguen recibiendo, por lo que pidió a las autoridades que lo reintegren en el censo de beneficiados.
Finalmente Don Ángel aseguró que mientras se soluciona su situación con el gobierno, seguirá pidiendo dinero en las calles de Tapachula, ya que, es la única opción que tiene para poder sobrevivir.
