Ante el paso del huracán Otis que destrozó el puerto de Acapulco y que dejó muertos y cientos de familias damnificadas, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, llamó a los fieles a solidarizarse con las familias en desgracia, quienes perdieron todo tras el paso de este fenómeno natural.
Dijo que las imágenes que la televisión hace llegar son devastadoras y eso muestran la parte mejor protegida de la zona devastada, sin embargo, allá donde no llegan las cámaras de televisión vive la gente más pobre, donde la situación es mucho más desesperante.
Señaló que esta región del Soconusco ha pasado por situaciones graves cuando se habla de desastres naturales, como los ocurridos en 1998 y en el 2005, donde la naturaleza descargó toda su fuerza y muchos tuvieron que ir a vivir a otra parte a comenzar su vida, cuya situación es la que hoy enfrentan las familias de Guerrero.
Detalló que ante esta situación es necesario solidarizarse con las familias en desgracia, por lo que la Diócesis de Tapachula iniciará con una colecta a favor de los damnificados, cuyos víveres serán enviados a la población de Acapulco y de más municipios de Guerrero.
Indicó que la colecta será en todas las iglesias y parroquias de la Diócesis de Tapachula y lo que se junte en efectivo, se enviará a la arquidiócesis de Acapulco a cargo de Leopoldo González González, para que llegue a los hermanos más necesitados de su jurisdicción.
"Hagamos la colecta este domingo con la mano puesta en el corazón, si aportamos con generosidad no es porque nos sobre dinero sino porque nosotros sabemos qué se siente quedarse sin nada de la noche a la mañana, nosotros sabemos que las televisoras venden la noticia y ganan dinero, y el que sufre cuando la noticia ya no se vende, se queda solo, en desamparo y acompañado solo por su dolor", abundó.