El mercado Guadalupe, distinguido con el prestigioso premio internacional especial del Prix Versailles 2023 en la categoría de Centros Comerciales por su enfoque sustentable y el uso de materiales regionales, ha recibido elogios arquitectónicos a nivel mundial. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la realidad en el terreno difiere según las voces de los locatarios.
Los comerciantes señalan que el mercado no cumple eficazmente con su propósito original y presenta deficiencias que afectan su funcionalidad como mercado público de la ciudad, así como a los más de 200 locatarios.
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Entre las críticas principales destacan problemas como alumbrado público deficiente, dificultades en el sistema de drenaje y la carencia de espacios adecuados tanto para los comerciantes como para los visitantes.
La insatisfacción aborda incluso aspectos fundamentales como la ausencia de un techado apropiado, lo que podría afectar la experiencia de quienes frecuentan el mercado por los fuertes rayos del sol, especialmente en condiciones climáticas adversas.
Al respecto, Juan Campuzano Gómez, uno de los críticos destacados, destaca que la distinción otorgada al mercado no refleja necesariamente su eficiencia operativa, sino que resalta su estética y elegancia arquitectónica.
“La funcionalidad emerge como un tema central en las críticas de los compañeros, ya que los locales son demasiado pequeños, obligando a algunos comerciantes a ubicar sus estanterías fuera de los espacios designados”, expresó.
Añadió que la falta de espacio adecuado afecta negativamente a los comercios, limitando su capacidad para exhibir productos y ofrecer una experiencia de compra cómoda a los clientes.
Precisó que la adaptación a las carencias del mercado Guadalupe ha recaído en los propios locatarios, quienes han tenido que ajustar sus locales conforme a sus necesidades específicas, buscando soluciones prácticas para enfrentar las limitaciones del diseño sustentable.
Margarita, locataria, señaló que los drenajes quedaron dentro de los locales y cuando se tapan, los abren en los puestos, provocando afectaciones, malos olores y no saben por qué los dejaron así, cuando los debieron sacar hasta la calle.
“No entendemos cómo fue posible que ganó un premio internacional y mucho menos sabemos quiénes fueron los beneficiados con ello, porque a nosotros nos lo entregaron súper deplorables los locales y poco a poco los hemos compuesto con nuestros propios recursos”, abundó.
Puntualizó que son los locatarios quienes están adaptando sus locales por la mala planificación, incluso algunos usando dos locales para poder trabajar debido a los espacios reducidos que les dejaron.
