En recientes años, el abandono al campo ha estado marcado por la migración de jóvenes de familias campesinas que han abandonado las parcelas para buscar un mejor porvenir en las zonas urbanas del norte del país, sumado a la falta de interés del gobierno por tecnificar los cultivos para volverlos más eficientes.
Y que de acuerdo al último informe de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del 2015 al 2020 alrededor de 177 mil 139 mil chiapanecos abandonaron el estado en busca de mejores condiciones de vida.
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En este periodo de seis años, 160 mil 125 chiapanecos migraron hacia otros Estados del país y 17 mil 014 personas se fueron ha otro país en el mundos, principalmente a los Estados Unidos de América.
El representante de la organización Santa Rosario del Campo, Isaí García Trujillo, afirmó que existe nula oportunidad para que los jóvenes puedan vivir del campo, debido al inexistente apoyo de las autoridades federales y estatales, y eso genera que cada vez más familias se vayan desintegrando a causa de la migración, lo que impacta directamente al campo, por lo que se estima que tan solo en el Soconusco 15 mil jóvenes han migrado de las comunidades.
Reconoció que, es legítima la búsqueda de mayores oportunidades de desarrollo de los jóvenes, sin embargo, se pueden ver pueblos fantasmas en las comunidades campesinas, lo que repercute directamente en la productividad de los cultivos como el café, que hasta hace pocos años, era el orgullo de Chiapas.
Aunado a esta situación, las fincas y parcelas cafetaleras han resentido económicamente la falta de mano de obra, también porque ya no existen jornaleros guatemaltecos que arribaban en cada temporada de cosecha para hacer el trabajo físico en la recolección del café.
Isaí García Trujillo indicó que, este fenómeno se debe a que, desde que la moneda guatemalteca tiene tres veces más valor que el peso mexicano, a los trabajadores agrícolas de ese país, no les conviene seguir trabajando en Chiapas, asimismo, también ellos, han migrado a los Estados Unidos para encontrar una mejor condición de vida para sus familias.
De igual forma, el productor cafetalero se refirió a que, es necesario le apueste a tecnificación del campo, pues desde que comenzó el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, los campesinos ni siquiera han tenido la atención de ser escuchados, ya sea por las secretarías o los representantes populares.
Mencionó que el campo necesita de nuevas técnicas para ser más productivos, como un sistema de riego tecnificado, implementar el ferti-riego para disminuir la mano de obra y hacer más eficiente el trabajo para tener un cafetal productivo, la innovación de nuevas semillas, drones para fumigar plantaciones foliares, entre otras propuestas que nunca son escuchadas.
Adonías Ordoñez, es un joven de la zona media alta de Tapachula, que decidió migrar a Tijuana por las facilidades de empleo y mejorar la economía de su familia, ya que por años se dedicó a apoyar a su padre el cultivo del café, pero esta actividad ya no es redituable.
Comentó que trabajaba largas jornadas pero su salario era solo de 100 pesos diarios y no le alcanzaba para apoyar a sus padres con las necesidades de casa y para continuar con el cultivo del café, por lo que decidió ir a probar suerte a otro estado.
"Viajo cada año por cuestiones de trabajo, ya que las condiciones en los centros laborales son menores, nos pagan sueldos muy remunerativos y además nos brindan prestaciones o estímulos por lo que hacemos, a diferencia de nuestro estado donde las jornadas son largas y el pago es muy bajo, por ello decidí buscar una mejor calidad de vida para apoyar a mi familia" acotó.