Al celebrar la misa dominical en la catedral de San José, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón exhortó a los fieles y a toda la población a cuidar y respetar a los abuelos y adultos mayores cuya etapa de la vida es una bendición y no una condena.
A celebrar la segunda jornada mundial de los abuelos y de los mayores, dijo que la iglesia ha escogido el lema para su mensaje "en la vejez seguirán dando fruto", a través del cual se pretende hacer conciencia de que esta verdad de la sagrada escritura va a contracorriente respecto a lo que el mundo piensa de esa edad de la vida.
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Respecto a la actitud resignada de algunos personas de edad avanzada que siguen adelante con poca esperanza y sin guardar ya nada del futuro, los llamó a cambiar de actitud y valorar los años de vida que el señor Jesús les ha concedido.
Señaló que la ancianidad les da miedo a muchos porque la consideran una especie de enfermedad con la que es mejor no entrar en contacto, pero también esto es fruto de la cultura del descarte, de la mentalidad que hace sentir diferentes a los más débiles y ajenos a sus fragilidades.
"Una larga vida es una bendición y nuestros ancianos son signos vivientes de la bondad de Dios que concede vida en abundancia, envejecer no es una condena es una bendición, mi oración, gratitud y afecto profundo por nuestros abuelos y los hermanos mayores", sostuvo.
Por otro lado, el obispo puntualizó que es un momento especial para que todos los cristianos recen y cuiden juntos la casa común, a través de una conversión ecológica ante la catástrofe que enfrenta el medio ambiente, cuyas repercusiones han comenzado sentirse en varias partes del país.