En la antesala del cierre del año y haciendo un recuento de las consecuencias económicas que ha dejado la pandemia del Covid-19, la industria restaurantera fue una de las más golpeadas a nivel mundial y aquí en la costa de Chiapas, muchos restaurantes sucumbieron ante la crisis económica.
El empresario restaurantero, Paulino Navarro, afirmó que en la región, 50 restaurantes cerraron sus puertas y no las volverán a abrir, debido a que no pudieron contener la etapa de confinamiento por más de 3 meses que el gobierno ordenó durante el pico de la pandemia.
Sin embargo, aclaró que se han abiertos nuevos negocios en donde desafortunadamente no existe la experiencia en el manejo sanitario de los alimentos y en el servicio al cliente, pero al menos es un aliciente para regresar los empleos que se perdieron durante los meses de mayo a agosto.
Precisó que no hubo un respaldo económico del gobierno para rescatar a los empresarios durante la pandemia, donde no sólo estaba en peligro su patrimonio, sino los empleos que benefician a miles de familias, por lo que, de manera organizada, tuvieron que sortear los gastos que se requerían para evitar el quiebre del negocio.
Pero ven con optimismo que el próximo año, con el decreto presidencial de disminuir los impuestos del IVA y el ISR, pudiera haber esa recuperación económica que se espera para esta zona, además se vislumbra la llegada de inversiones de la iniciativa privada que podrá ofertar empleos para la gente.
Aclaró que aparte del optimismo que tienen los empresarios en el cierre del año, en estos momentos las empresas restauranteras no tienen utilidades, sino que lo poco que se ha generado es para el pago de impuestos, la nómina de los trabajadores, la luz, el teléfono y el agua.
Por otro lado, explicó que, con la apertura de la frontera de Guatemala, los visitantes guatemaltecos han ayudado con su llegada a la “Perla del Soconusco” a poder reactivar la economía para los diferentes giros de negocios, entre ellos el de la industria restaurantera.
No obstante, lamentó que las autoridades estén contribuyendo en ahuyentar la poca afluencia turística que viene hacia la región, ya que existen quejas de los visitantes guatemaltecos de que son víctimas de extorsión en los retenes, es más, ya vienen con temor a Tapachula de ser abordados por los uniformados.
Puntualizó en que afortunadamente, durante los últimos días se han hecho reservaciones para celebrar las posadas con poca afluencia, así como el número de comensales ha comenzado a despuntar, por lo que, en síntesis, se piensa que, de continuar con la baja incidencia de contagios, pueda emprenderse una recuperación económica.