El pez diablo, una especie invasora y agresiva que llegó a Chiapas en el 2003 es está reproduciendo en el río Grijalva en el Cañón del Sumidero, desde la presa Chicoasén hasta la parte alta del río Santo Domingo, expuso el investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Ernesto Velázquez Velázquez.
Hay varios registros esporádico y hemos comenzado una dinámica con los pescadores y los prestadores de servicios ecoturísticos para monitorear la llegada, por ahora no es mucha la población que se aprecia pero ya está ahí, sin embargo hemos detectado ejemplares que comienzan a reproducirse.
Hemos encontrado peces maduros con huevecillos, lo que nos está indicando que comienza a reproducirse, y eso sí es preocupante porque una de las capacidades que tiene esta especie invasora es que tiene muchos cuidados paternales, cuida sus nidos, cuida crías y eso garantiza que la mayor parte de las crías lleguen a adultos, añadió el investigador.
Mencionó que junto con los pescadores y prestadores de servicios ecoturísticos estamos monitoreando las poblaciones del pez diablo, cualquier ejemplar que sale rápidamente vamos por los peces y en el laboratorio de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas evaluamos los tamaños, etapa de reproducción, la edad, confirmamos sus estructuras duras, hemos identificado ejemplares entre tres y cuatro años de edad y con tallas de hasta 50 centímetros, manifestó Ernesto Velázquez.
Con la modificación de las presas en la cuenca del río Grijalva es un hábitat propicio para que el pez diablo pueda establecerse y dominar el sistema y esa es una de las grandes preocupaciones, la aspiración es que podamos controlar un poco la invasión junto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
En Chiapas no hemos logrado documentar el impacto económico, social y ecológico, el pez diablo construye nidos en los taludes de los ríos, agujeros en forma circular pero son profundos hasta un metro, pueden construir hasta 20 nidos por metro cuadrado, y eso hace mil vulnerables los taludes en las zonas de rivera de las partes bajas de los ríos de Chiapa de Corzo hacia arriba, provoca sedimentación no en el propio Cañón del Sumidero porque es toca, aclaró.
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Ocupa los espacios de las especies nativas que aunque no se los consume de manera directa, es un extraordinario competidor y los va desplazando y las poblaciones nativas van disminuyendo, a tal grado que mermar mucho la pesca de autoconsumo, la ribereña de Chicoasén, Chiapa de Corzo y Santo Domingo, puede disminuir la tilapia, la mojarra nativa la colorada, los bagres.
Pero estamos a tiempo para establecer un control, no es posible erradicarla, hay dos hipótesis de cómo pudo haber llegado, por liberación de peces desde las pesetas, también se piensa que pudieron haber escapado del lago del parque Joyyo Mayu, dónde ya no existe pero había ejemplares, y pidieron haber salido al río Sabinal y luego al río Grijalva, la especie es comestible, pero sólo el 30 por ciento, su masa muscular, no resulta beneficioso para la pesquería, mencionó.
A partir del 2003 le hemos dado seguimiento, invadió territorio en Catazajá, disminuyeron las pesquerías de manera dramática, ha invadido parte de la Selva Lacandona, principalmente en el río Lacantún, la cuenta alta del río Usumacinta, aunque ahí se tienen registros pero afortunadamente no ha logrado dominar el ecosistema, creo que la gran diversidad del ecosistema de esa región ha logrado frenar la invasión del pez diablo.
El pez diablo es la especie invasora agresiva que llegó a México en 1985 a la presa El Infiernillo en Michoacán y a Chiapas en el 2003 en la parte baja de la presa Peñitas, cuándo los pescadores estaban asustados y sorprendidos porque no conocían a la especie, ni sabían de qué se trataba.
Es una especie que pertenece al acuarismo a nivel mundial, conocido como plecos o limpia peceras y aquí en México los pescadores lo bautizaron como el pez diablo, una de las hipótesis es porque los primeros registros fueron en la presa El Infiernillo, tiene que ver con el nombre de la presa, a partir de ahí le empezamos a dar seguimiento, puntualizó.
Pez Diablo alerta a pescadores en el Cañón del Sumidero
La presencia del pez diablo en el Cañón del Sumidero, Chiapas, ha causado preocupación entre los pescadores y autoridades mexicanas debido a que este animal resulta intimidante para otros peces y su número ha ido incrementando, por lo que podría crecer como una plaga y representar un peligro en la zona.
El pez diablo se alimenta de los huevecillos de las especies locales, ocupa nidos y espacios en los que no debería estar, y desplaza a las especies nativas del parque.
Roberto Escalante, director del Parque Nacional Cañón del Sumidero, ha afirmado que el pez diablo podría ocasionar pérdidas económicas notables si continúa reproduciéndose de manera desmesurada en la zona del río Grijalva, ya que disminuiría la pesca de peces nativos.
Es por esto que las autoridades y expertos en la materia han llamado a tomar medidas para controlar su reproducción y evitar daños en el ecosistema.
Con información de: Thiaré García | El Heraldo de Chiapas
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