Las viviendas de Casas Geo ubicadas al sur de la ciudad se han convertido en un pedacito de Haití en Tapachula, pues es un lugar donde viven en su mayoría niñas, niños, hombres y mujeres de esa nacionalidad, quienes han viajado por 10 países para llegar a territorio nacional.

Desde que se llega a estos edificios se siente en ambiente caribeño, ya que desde la entrada se pueden apreciar personas con rastas o peinados exuberantes, pero lo que más resalta sin duda es su color y la sonrisa blanquísima en sus rostro, esto a pesar de lo complicado que es para ellos su estancia en Tapachula.

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Las haitianas y haitianos aseguran que ellos pasarán un promedio de uno a tres años viviendo en Tapachula y si encuentran una buena oportunidad de empleo se podrían establecer de manera permanente, pero es complicado por la falta de éstos.

Detallaron que los aproximadamente mil haitianos que viven en Casas Geo vienen de Brasil, Chile, Colombia o Panamá, lugares en donde vivieron por 7 a 10 años trabajando en la construcción u ocupándose en la venta informal.

Juan Guillén Theus, haitiano, platicó para Diario del Sur que él está esperando su protocolo para estar legal en la ciudad, pero si encuentra un trabajo estable con el que pueda mandar dinero a sus familias se establece de manera permanente en la ciudad.

Sentado en la banqueta de su departamento en el que vive al sur de la ciudad con su esposa y tres hijos, contó que es muy complicado estar en la ciudad por la falta de ingresos económicos.

“Nosotros no hacemos nada en la ciudad y solo sacamos dinero, pero no ingresamos nada para la casa y eso complica estar en esta ciudad que es bonita y en donde las personas no son racistas como en otros países que hemos estado”, expresó.

John Pirre, explicó que su viaje de Colombia a Tapachula tardó cuatro meses y ahora vive en este lugar con dos amigos a los que conoció en su paso por la selva de El Darién y ahora están juntos para que les salga más barato la renta.

Expuso que estará en la ciudad el tiempo que sea necesario y se quedará a vivir en México, pero en algún Estado del país en donde sí pueda conseguir un trabajo, con un sueldo que les alcance para pagar renta, luz, agua, internet y la comida.

“El tiempo que pasaremos en Tapachula es incierto por la falta de una cartera laboral para nosotros, la gente es linda y nos ayuda, pero sin dinero no podemos estar mucho tiempo”, manifestó.

Sherley Princivil y Frantz Joseph, viven en Casas Geo con su hijo, Kervens Joseph, desde hace cuatro meses en esta ciudad que consideran que es cara para ellos por el pago de luz, agua, internet, despensas y la comida.

Reveló que en el edificio donde viven hay un promedio de 50 haitianos que solo están esperando el momento de continuar su camino, no a Estado Unidos o Canadá, sino a Monterrey o Tijuana, en donde hay más trabajos para ellos.

Pidió que a las autoridades u organismos de la sociedad civil los ayuden con empleos a todas las haitianas y haitianos para que puedan conseguir uno, establecerse y no seguir migrando a otras partes del país.

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Puntualizó que ellos no tienen problemas con el Instituto Nacional de Migración, siempre y cuando no intenten salir de Tapachula ya que los regresan, pues el permiso únicamente es para estar en la ciudad o en Chiapas.