El santuario de las Mariposas Alas de Agua, se ubica en el ejido El Águila, en el municipio de Cacahoatán, a tan solo una hora de Tapachula, Chiapas. Es un tesoro natural único en el estado, pues alberga a millones de mariposas que llegan desde muy lejos cada año.
Este santuario es un destino de visita obligada para los amantes de la naturaleza, así como para los entusiastas del ecoturismo, y se considera el segundo lugar en términos de tamaño y número de mariposas, en comparación con el famoso santuario de mariposas Monarcas en bosques de Michoacán y el Estado de México.
Este evento singular no tiene rival, pues cada año, miles de mariposas "Alas de Agua" migran a este lugar para pasar la temporada de invierno, creando un espectáculo impresionante para los visitantes.
Las mariposas están en la zona de 30 a 90 días, para posteriormente regresar a Canadá, de acuerdo con estudios que hicieron investigadores del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), el que también destaca el peligro de extinción que sufren varias mariposas migratorias por factores como el calentamiento global y las actividades del ser humanos, que no las protege, como le ocurrió hace dos años a las mariposas ‘Alas de Agua’, que habían dejado de llegar a las faldas del volcán Tacaná.
La sociedad puede cuidar de estos insectos. Al ver una mariposa, ya sea sola o en vuelo migratorio, es importante no molestarla, capturarla y mucho menos matarla, pues se trata de seres vivos de alta importancia debido a su funcionamiento en los procesos ecológicos del entorno.
“Debemos apoyarlas cultivando plantas con flores y dejando pequeños recipientes con agua o frutas maduras para su alimentación. Son pequeñas acciones, pero que servirán de mucho para la conservación”, abundan investigadores del ECOSUR, Benigno Gómez y Gómez y Carla Gasca Suárez.
El arribo de las mariposas blancas es un evento esperado por los habitantes locales y los amantes de la naturaleza, quienes acuden al santuario para presenciar el maravilloso espectáculo que ofrecen estas criaturas al posarse bajo las hojas de los cafetales, árboles y flores.
Este fenómeno no solo atrae la atención de los lugareños, sino también de científicos y ecologistas del ECOSUR, quienes estudian el comportamiento migratorio de estas mariposas y su importancia en el ecosistema del lugar.
Las mariposas "Alas de Agua" cada año llegan al santuario en los meses de noviembre, diciembre y enero procedentes de Canadá, pasando por Estados Unidos y finalmente llegan a este punto de la geografía.
Las mariposas se distribuyen en seis hectáreas de terreno y quienes las visitan pueden caminar por lapso de una hora y seguir viendo cuando llegan a invernar desde ya varios años.
El fenómeno migratorio de las "Alas de Agua" en las faldas del Volcán Tacaná es un recordatorio conmovedor de la belleza y fragilidad de la naturaleza, así como una llamada de atención para tomar acciones concretas en su protección y conservación.
La Cooperativa Pak-al Tsix dio a conocer que la llegada de esta especie de mariposa llevó desarrollo a su comunidad, ya que la vía de comunicación se ha mejorado y eso ha permitido que miles de personas visiten el lugar.
Eleazar Pérez Ángel, integrante de Pak-al Tsix y guía, enfatiza que junto con las mariposas también llegaron oportunidades de desarrollo, conectividad y empleo para los habitantes del ejido El Águila.
Cita que la llegada de turistas locales, nacionales e internacionales se ha incrementado notablemente con un promedio de 18 mil a 21 mil visitantes que acuden a presenciar el espectáculo natural que ofrecen las mariposas “Alas de Agua” sobre todo cada fin de año, “La creciente afluencia de turistas ha impulsado la economía de las familias de la región, generando empleos en diversos sectores como la gastronomía y el turismo de aventura”, expresa.
Indica que los beneficios por el arribo de las mariposas que se registra cada año se refleja en los habitantes de la zona y lo que terminó por detonar o dar a conocer este lugar es la carretera.
Destacó que un entomólogo del ECOSUR llegó a estudiar las especies y determinó que son una especie nocturna, el nombre científico que recibe es Palpita Flegia, no hacen daño a las plantas y pueden ser usadas como un atractivo para hacer turismo.
“Es algo parecido a la migración que hace la mariposa Monarca, a diferencia de que estas son una especie nocturna, de color blanco con alas transparentes y bandas azules, por ello, les dimos el nombre mariposas Alas de Agua, por la forma que tienen”, abundó.
Dijo que es importante una mayor conciencia en el cuidado del medio ambiente, ya que uno de los factores que ha afectado el arribo de ésta especie desde hace dos años ha sido el cambio climático, la tala de árboles en la zona y el mal trato que les daban las personas que las visitan que para verlas volar, les tiraban palos, piedras y les gritaban, y eso las termina ahuyentando, por lo que actualmente hay más personal de la cooperativa y de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP), que brindan lineamientos a visitantes para concientizarlos del cuidado que deben observar ante la especie y su hábitat ya que son únicos en la zona.
