Tablajeros han expuesto que es más barato sacrificar las reses en patios o traspatios porque el Rastro de Tapachula cobra muy caro la maquila, además el costo de movilidad de las reses para su matanza se eleva porque la gasolina también ha subido exageradamente.
El 60 por ciento del producto cárnico que ingresa en canales a Tapachula, de municipios aledaños, proviene de la matanza clandestina, advirtió Jorge Ortiz Arévalo, director del Rastro Municipal de esta ciudad.
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Expuso que a diario en Tapachula se comercializan entre 100 y 120 canales de carne de res, de los cuales el 60 por ciento ingresa de manera ilegal al provenir de lugares clandestinos, lo que representa un riesgo a la salud de la población, ya que se consume y se vende especialmente en los mercados públicos.
Afirmó que en múltiples ocasiones se ha advertido a las autoridades y a la población sobre la posible comercialización de canales de dudosa calidad y procedencia, sin embargo, no han atendido este problema.
“En diferentes ocasiones se han hecho intentos por frenar el tráfico ilegal de carne de res, pero no se ha dado seguimiento, tales como reuniones interinstitucionales, así como operativos en todos los municipios de la Costa-Soconusco donde se han detectado 17 lugares de matanzas clandestinas, pero nunca se dio continuidad”, indicó.
Dijo que no bastan revisiones en mercados para combatir el tráfico ilegal de carne, tal y como lo hicieron hace un par de días, ya que no solucionan totalmente el problema del ingreso de productos de dudosa procedencia.
Aplaudió la iniciativa de la dependencia estatal, pero aseguró que una medida efectiva para frenar el comercio de carne de ganado robado es establecer la vigilancia estratégica en la carretera costera, donde se tiene plenamente identificado horarios del traslado, o bien a las afueras de los mercados, de esa forma, se evitaría que esa carne llegue a los comercios.
Ortiz Arévalo expresó que cuando la carne ya está en los mercados, hay muchas maneras de engañar para hacer creer que la carne tiene procedencia de un rastro, pero no así cuando la mercancía se detiene en carretera o antes de entrar a los comercios o centros de abasto.
“Anteriormente, las autoridades ministeriales establecían retenes en lugares estratégicos de la carretera costera y en más de dos ocasiones la mercancía fue retenida, porque no pudo ser comprobada fehacientemente la procedencia, para lo cual se lograba una investigación más efectiva”, señaló.
"Hacemos un llamado a las autoridades para que intensifiquen los operativos para impedir el ingreso de carne de dudosa calidad y procedencia y que se implementen retenes carreteros, ya que la salud de la población está en riesgo porque estos productos cárnicos ingresan sin ningún control a los mercados", abundó.
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