El piso de mi casa y el patio se partieron: Verónica

Verónica Lucero Tercero explicó que  fue a las ocho de la mañana que se levantaron por el alarido de su hija que tenía 10 años, quien gritaba: “mamá, mamá, mamá, el patio se partió”

Alejandro Gómez | Diario del Sur

  · miércoles 5 de octubre de 2022

Las familias viven de lo que venden y proviene en su terreno/Foto: Alejandro Gómez | Diario del Sur

La familia García Lucero platicó para Diario del Sur que las lluvias del Stan, en el ejido San Rafael, empezaron el día 3 de octubre y fue el día 6 que tuvieron que salir de su vivienda, ya que el piso de la casa y su patio se partieron por el reblandecimiento de la tierra.

Verónica Lucero Tercero explicó que fue a las ocho de la mañana que se levantaron por el alarido de su hija que tenía 10 años, quien gritaba: “mamá, mamá, mamá, el patio se partió”.


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“Lo único que yo pude ver cuando me desperté fue cómo las gallinas y otros animales e incluso hasta los perros se estaban cayendo al barranco por las fuertes lluvias que llevaban tres días sin parar”, expresó.

Platicó que la familia de Noé López fueron la salvadora de las 15 familias de San Rafael, que se vieron afectados por el paso del huracán Stan, ya que les dieron comida y alojamiento mientras pasaba el peligro.

Añadió que su familia pasó en la finca de “Los López” alrededor de dos años antes que le dieran su terreno en la Fracción Nueva Esperanza y su casa en la que viven desde hace más de 16 años por el daño total de su hogar.

Verónica Lucero Tercero/Foto: Alejandro Gómez | Diario del Sur


“Platicar del Stan nos trae sentimientos encontrados y que no podemos olvidar, sin embargo, hubieron cambios positivos para mi familia, ahora no volveríamos a vivir en una zona alta”, abundó.

Entre las ventajas que tienen, es que ya no caminan una hora para llegar a su hogar, cargando todo lo que tenían que llevar en la espalda, ahora es más fácil moverse de un lado a otro.

“La único que nos hace falta es un documento que nos de certeza jurídica, pues actualmente los terrenos son del ejido y no tenemos una escritura a pesar de los años que llevamos en este lugar”, externó.

Puntualizó que es necesario que alguna autoridad les ayude para obtener su escritura y no vivan con miedo que algún día alguien los quiera llegar a sacar del único patrimonio que les dejó el Stan.