En los últimos años, el aumento del uso de dispositivos electrónicos entre los niños ha sido evidente, y con ello ha surgido una preocupación sobre los posibles problemas visuales que pueden derivar de esta exposición prolongada. Especialistas en salud ocular han observado un incremento en los casos de niños que presentan dificultades visuales, lo que plantea interrogantes sobre la relación entre el tiempo frente a pantallas y la salud visual infantil.
Ante esto, el médico oftalmólogo, Gilberto Rosales Coello precisó que, debido al aumento en el uso de aparatos de las nuevas tecnologías, han incrementado los casos de miopía y astigmatismo, en niños que cursan la primera etapa del nivel básico.
Reiteró que, si continuamente a los niños y jóvenes se les expone a estas pantallas a una distancia mínima, pueden aparecer problemas tempranos de miopía, astigmatismo y otros defectos refractivos, esto es, cuando los ojos no pueden enfocar correctamente los objetos sobre la retina.
Aunque el uso en la vida diaria de estos aparatos es inevitable y trae muchas ventajas, también es cierto que los más pequeños son los más susceptibles a pasar horas frente a una pantalla, por eso, convino a limitar en lo posible el uso de estos aparatos o hacerlo con moderación, por ello exhorta a los padres de familia a estar atentos a cualquier signo que indique que tienen algún problema visual, "Es fundamental que los padres estén conscientes de la importancia de limitar el tiempo de pantalla y fomentar actividades al aire libre para el bienestar visual de sus hijos", comenta el especialista.
Además, se destaca la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas, incluso en ausencia de síntomas evidentes, para detectar y abordar posibles problemas a tiempo. La detección temprana de condiciones como la miopía puede ser crucial para implementar medidas correctivas y evitar complicaciones a largo plazo.
Recomendaciones de uso de dispositivos electrónicos en menores de edades
- De 0 a 3 años: Se desaconseja el uso de pantallas, ya que no es necesario y podría causar más perjuicios que beneficios.
- De 3 a 6 años: Se recomienda un uso de 30 minutos, no diario, para priorizar el desarrollo cerebral y la interacción real.
- De 6 a 12 años: El tiempo puede extenderse hasta dos horas, acordado en familia, pero sin exceder este límite ni haciéndolo diariamente.
- Adolescentes (12 años en adelante): Se sugiere un máximo de dos horas, pudiendo extenderse a tres los fines de semana, siendo parte de su proceso social.
La OMS recomienda que entre los dos y los cinco años los niños usen esos dispositivos como mucho una hora al día. “Si es menos, mejor”, señalan, para elaborar estas recomendaciones, la OMS ha estudiado 277 artículos médicos y 10 estudios en cinco países con casi 7500 participantes. La guía ofrece recomendaciones sobre el tiempo de juego y de sueño y para reducir el sedentarismo.
“Los comportamientos sedentarios, ya sea usar un transporte motorizado en lugar de andar o ir en bicicleta, estar sentado en el pupitre en la escuela, ver la televisión o jugar con pantallas son cada vez más predominantes y están asociados con la mala salud”, se lee en la guía. “El sueño también influye en el bienestar físico y dormir pocas horas está relacionado con el sobrepeso y la obesidad en la infancia y adolescencia y con problemas mentales entre los adolescentes”.
En conclusión, equilibrar el acceso a las pantallas y fomentar actividades fuera de ellas es esencial para garantizar un desarrollo saludable en la era digital.