Huixtla.- Imparable el tráfico de madera en los municipios de la Sierra perteneciente a la zona Mariscal y sin que autoridades federales quieran intervenir por lo que presuntamente pudieran estar en contubernio con los llamados talamontes.
En este sentidos, comisariados ejidales de diversos sectores de los municipios de Motozintla, El Porvenir, Siltepec, los cuales solicitaron el anonimato por temor a represalias, han denunciado que presuntamente alcaldes de esta región, estarían inmiscuidos en el derribo de árboles maderables y que después son llevados al norte del país.
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Consideraron que el saqueo de árboles fue uno de los factores que ocasionó la catástrofe del huracán Stan e incluso a diario se escucha el ruido de las motosierras, derribando árbol de pino y prácticamente casi ningún campesino de esta zona se acerca a los talamontes o aserraderos, ante el temor de ser víctima de una agresión, pues en los últimos meses se han visto a personas armadas en esta región, pero como el clima de inseguridad también es un tema recurrente, no se sabe ya quién es quién, dijeron en la última reunión ejidal.
Dijeron que en tiempo de lluvia el agua ocasiona deslave de esas colinas y laderas, con ello se registra que los ríos y arroyos provoquen desbordamientos en municipios de la zona costa.
Apuntaron que los traficantes de madera, sin el mínimo temor permanecen en márgenes de la carretera con montones de trozas de árboles, con las que tienen que utilizar grúas para poder cargar unidades de alto tonelaje, así de esta manera la trasladan hasta la ciudad de Tijuana, Baja California, y otros estados del norte del país.
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Señalaron que ya han pedido la intervención de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), pero en realidad el problema continúa de manera incontrolable y descarada, por lo que presumen que los permisos es posible que existan, pero al no tener una respuesta de la propia Secretaría se tiene entonces un vacío legal que puede estarse aprovechando de manera ilegal de los recursos naturales, lo que ha venido a generar más inconformidad y también preocupación entre ejidatarios.
