En la era actual, el avance tecnológico ha modificado significativamente la forma en que las personas emplean su tiempo libre. Aunque la tecnología proporciona un acceso inmediato al entretenimiento diverso, se ha observado un declive preocupante en la práctica de juegos tradicionales, como el trompo, la canica, el yoyó, el balero, entre otros.
Este cambio en las preferencias de entretenimiento ha generado inquietudes sobre la pérdida de actividades lúdicas que históricamente han sido parte integral de la infancia y la cultura de diversas comunidades de la región del Soconusco.
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Ante esta situación, personas como Gustavo, campeón de Trompo Cometa, han expresado su interés en revivir y preservar estas formas de entretenimiento, promoviendo su práctica como una alternativa más saludable y menos adictiva en comparación con el uso constante de dispositivos móviles, ordenadores y consolas de videojuegos.
Gustavo, quien ha destacado en el ámbito del trompo, reconoce la importancia de preservar estas tradiciones lúdicas, no solo como un pasatiempo recreativo, sino también como una forma de promover la interacción social, el desarrollo de habilidades motoras y la creatividad en niñas, niños y adolescentes.
Dijo que estos juegos tradicionales no solo representan una forma de diversión, sino también un vínculo con la herencia cultural y una oportunidad para desconectarse de la tecnología que no permite que los niños convivan sanamente.
Mencionó que cierran el año con esta actividad, a la que asistieron 40 menores quienes en su participación demostraron su destreza con suertes como "El Dormilón", La Pala", "El Cuete", "El Bumera", "El Túnel", entre otros.
Estos juegos, parte fundamental de la herencia cultural, no solo fueron fuente de entretenimiento, sino que también promovieron la cooperación, la competitividad amistosa y el desarrollo de habilidades motrices.
La promoción de estos juegos tradicionales no busca rechazar la tecnología, sino más bien equilibrarla con actividades que fomenten la interacción humana, la actividad física y el desarrollo de habilidades manuales.
“Los juegos ofrecen beneficios tangibles en términos de coordinación, concentración, paciencia y estrategia, aspectos fundamentales en el crecimiento personal y social de todos, abundó.
Indicó que el impulso por revivir los juegos tradicionales representa un esfuerzo colectivo por recuperar formas de entretenimiento que, aunque parezcan simples, poseen un valor intrínseco que trasciende el mero entretenimiento.
Puntualizó que es hora de mirar hacia atrás para avanzar hacia un futuro donde la riqueza cultural se entrelace con la modernidad, brindando un equilibrio entre la tradición y la innovación en la forma en que nos entretenemos y nos relacionamos.