Hermila Hernández López, mejor conocida como “Mamá África”, se ha dedicado a cocinar todos los días platillos para los migrantes que llegan a Tapachula. Con un costo de 40 pesos por plato de comida, la tapachulteca asegura, que hay una caída considerable en sus ventas a pesar de que cada día más migrantes.

En entrevista para esta casa editorial, cuenta a este reportero, que ella inició con la venta de comida hace más de 10 años con la intención de sacar a sus hijos adelante, pero un día se presentaron en su negocio ubicado sobre la 8ª Norte unos migrantes extracontinentales, quienes les pedían que les vendiera comida, sin embargo, no era lo que ellos acostumbraban a comer, por lo que con la confianza que les brindó, ellos le enseñaron a cocinar platillos típicos de sus países de origen.

Reportero: ¿Le costó aprender a cocinar lo que ellos piden?

-Mamá África: Afortunadamente mi experiencia en la cocina me ayudó para aprender a cocinar comida oriunda de su país, ellos me dijeron qué ingredientes llevaba y la manera de su preparación.

Reportero: ¿Cómo ganó el nombre de Mamá África?

-Mamá África: Durante todos estos años aparte de aprender algunas palabras de su idioma y de su gastronomía, los escucho y atiendo en caso de que tengan problemas. Se han dado casos en que ellos se enferman y yo de manera voluntaria acudo y los llevó a la Cruz Roja que es donde los atienden.

Reportero: ¿Qué ha aprendido durante estos siete años?

Mamá África: Cada persona trae una manera diferente de comer, hay quienes vienen de Pakistán, Somalia, India, Cuba y muchos más. Actualmente son 12 platillos los que cocino, dependiendo de la nacionalidad que más vengan a comer.

En este sentido destacó, que debido al trámite engorroso y los operativos realizados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, algunos migrantes abandonaron los hoteles y moteles cercanos a su negocio de comida para irse a las colonias a rentar viviendas, por lo tanto, muchos prefieren ya cocinar sus propios alimentos, precisamente, para ahorrar dinero.

Pan con yogurt y pescado es uno de los platillos que Mamá África aprendió a cocinar para migrantes provenientes del país de Eritrea, al noreste del continente africano que limita al Norte y Oeste con Sudán, además de grandes porciones de arroz, siempre acompañada de una sopa preparada con 10 condimentos diferentes.

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Añadió, que la situación migratoria para las personas extranjeras es muy difícil, porque muchos a veces no tienen para comer y aunado a la xenofobia que no les permite a todos encontrar un trabajo digno, quienes los encuentran a veces son mal pagados, situación que les preocupa y agobia por el futuro de ellos y sus familias en búsqueda de llegar al norte del país y cruzar a territorio norteamericano, concluyó.

Cabe señalar, que a varios meses de que explotara la situación migratoria en este municipio fronterizo, los que se aventuraron a vivir en casas de renta o departamentos se encuentran a la espera de que el Instituto Nacional de Migración les entregue su documentación y puedan continuar, algo que todavía es una incertidumbre, porque pareciera que la verdadera intención del gobierno federal es mantenerlos en el municipio, de lo contrario, el trámite no sería tan engorroso y tardío.