Cargando sus tambores bajo las fuertes temperaturas, Marvin y Cristian son dos migrantes originarios de Honduras que viajan en la caravana con la intención de llevar su música a los Estados Unidos y cambiar la vida de sus familiares que se quedan en su país.
Contaron al Diario del Sur que gracias a la música han podido conseguir dinero para continuar con su travesía hacia el país norteamericano y no se detendrán hasta alcanzar el sueño por el que dejaron Centroamérica.
Respecto a esto, Marvin Marín dijo que dejó la isla de Roatán, Honduras, para llevar el ritmo de la “punta garífuna” por Guatemala, México y ahora a los Estados Unidos para mejorar la economía de su gente que se quedó con la esperanza de que llegue a su destino.
“Yo llevo tocando el tambor toda mi vida, y eso me ha ayudado a mí y a mi familia para salir adelante, pero ha sido insuficiente. Por ello, estoy caminando aquí con otros compañeros hondureños y mi compañero que también toca el tambor”, expresó.
Añadió que la punta es el ritmo sagrado de los garífunas en Honduras y se ha expandido por todo el país centroamericano e incluso ha traspasado fronteras. Por ende, busca trascender tocando su tambor.
Destacó que debido a su rico valor cultural, la “punta garífuna” ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Detalló que la música garífuna tiene canciones que se utilizan específicamente para actos ceremoniales, como para el espíritu del mar, del monte, para comenzar la pesca, la construcción de una casa, el amor y el desamor, entre otras.
“Hay personas que reconocen la música y el talento para hacerla y te dejan una moneda, pero también hay quienes no te dan un solo peso para comprar un agua. Sin embargo, seguiré tocando la música de mi pueblo a donde vaya”, abundó.
Mencionó que en los Estados Unidos hay grupos garífunas que están progresando y saliendo adelante, gracias a Dios. Por esa razón, se unió a esta caravana, pues en Tapachula trató de conseguir documentos para transitar de manera legal, pero no los obtuvo.
Precisó que emprendió su viaje a los Estados Unidos hace un mes y en Tapachula pasó un poco más de una semana buscando permisos para transitar por la ruta migratoria del sur al norte del país de manera segura.
“Amo la música y quiero llevar la alegría de los hondureños a las personas que van en esta caravana, ya que la música despierta emociones, sensaciones, recuerdos únicos y alegra los corazones de las personas”, puntualizó.