Migrantes que transitan por la carretera costera de Chiapas persisten en su búsqueda del sueño americano a pesar de enfrentar innumerables desafíos, pues presentan carencias de recursos básicos, la falta de apoyo y problemas de salud durante su travesía. Aun así, con llagas en los pies y dificultades físicas, continúan avanzando con determinación hacia la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos.
Niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres de todas las edades e incluso con capacidades diferentes han caminado más de 100 kilómetros desde que salieron del parque Bicentenario de Tapachula el pasado 24 de diciembre hacia Mapastepec.
Bernarda Méndez, de Guatemala, y quien viaja con sus hijos, platicó paraDiario del Sur que es muy peligroso viajar con sus hijos, ya que se los pueden quitar en el camino y no sabrían qué hacer en esos casos.
“Nosotros estamos caminando pidiéndole a Dios que nos ayude para poder viajar en autobuses y que sería más seguro, pues ya van muy cansados por las fuertes temperaturas en las que hemos caminado hasta este municipio”, expresó.
Añadió que hoy entiende que alcanzar el sueño americano es muy difícil; sin embargo, vale la pena intentarlo a pesar de los desafíos que representa caminar con sus hijos, ya que no pueden quedarse atrás y tienen que seguir el ritmo del contingente para no rezagarse.
Juan Martínez, hondureño, narró que van con hambre y sed porque no tienen dinero para poder comprarse algo en el camino, por lo que sufren en esta travesía que iniciaron hace cinco días.
“Acá todos vamos con riesgo y por eso necesitamos que las autoridades nos ayuden con algo, principalmente para las personas que presentan deshidratación, van enfermos o con llagas en los pies por tanto caminar”, manifestó.
Precisó que muchas personas de la caravana ya van débiles y todavía les faltan muchos kilómetros, y que quieren llegar hasta la Ciudad de México para buscar trabajo, ya que hay más oportunidades que en la ciudad de Tapachula, la cual ya dejaron atrás tras meses de buscar un documento sin éxito alguno.
Mario Jonas Zosa, originario de Venezuela, ha caminado 105.2 kilómetros con una prótesis en el pie izquierdo. Comentó que han tenido apoyo de la Iglesia católica y las Cristianas en los municipios por los que han pasado en esta caminata que iniciaron el pasado domingo.
“Nosotros vivimos de lo que Dios nos da, un pedacito de pan, una galleta, un poquito de agua y de vez en cuando una gracia, pero la mayoría de las personas que van en este Éxodo de la pobreza no llevamos recursos”, externó.
Puntualizó que él va como todos los migrantes que buscan el sueño americano para poder ayudar a su familia, y por eso decidió caminar a pesar de su condición.
Cabe recordar que la Organización No Gubernamental (ONG) Madre Tierra México dio a conocer que desde la salida de la caravana el pasado 24 de diciembre de Tapachula hasta la fecha, ha atendido a más de 2 mil migrantes por deshidratación y llagas en los pies.
