Los accidentes en menores de edad con la manipulación de pirotecnia explosiva en sus distintas presentaciones es un grave riesgo para los menores de edad, sobre todo cuando en el mercado se vende este tipo de material de manera generalizada y se hace como un atractivo para la diversión, pero en la que muchos de ellos podrían causar accidentes de consecuencias fatales.
Personal de socorro de la Cruz Roja Tapachula lanzaron una alerta a los padres de familia a no contribuir con riesgos innecesarios para los niños al permitirles manipular cohetes que pueden resultar peligrosos.
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Dijeron que los padres de familia o los adultos cercanos a los niños deben vigilar y controlar de manera estricta qué materiales se les da los niños, porque en este mes de diciembre son comunes las lesiones por quemaduras en manos, en la cara y en el cuerpo, incluyendo afectaciones en los ojos y los oídos por la explosión de este tipo de artefactos.
Expusieron que en esta región de Chiapas ha habido casos graves, sin embargo, pareciera que no hay memoria histórica, incluso, en los mercados se han registrado en años anteriores incendios de grandes dimensiones por accidentes con pirotecnia.
Señalaron que el mal uso de estos artefactos se complementa con la venta de productos nuevos que pueden provocar verdaderas tragedias o los tradicionales como las bombas, las palomas, los barrenos e incluso los llamados cohetes chifladores que han sido las principales causas de los accidentes en muchos hogares porque los menores no saben darle un uso adecuado.
"Lo mejor es evitar riesgos y que los padres de familia cuiden a sus hijos para evitar desde quemaduras leves hasta afectaciones mayores en algún miembro del cuerpo de los niños", abundaron.
Mencionaron que este fin de año lo ideal es disfrutar de las fiestas sanamente, tener la precaución y cuidado pues después de que algún menor sufre la explosión de alguna pirotecnia hay un sufrimiento en el menor, por lo que es importante tener un dialogo con los niños y los jóvenes y de ser posible evitar que este que puede considerarse un juego se convierta en un accidente que deje secuelas como quemaduras, daños en la vista o en el sentido del oído.
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