Hasta hace unos años, hablar desde una caseta o teléfono público era la mejor forma de comunicarse cuando se estaba fuera de casa; sin embargo, hoy las cabinas telefónicas agonizan, ya que la mayoría de los tapachultecos cuentan con equipos celulares.
En Tapachula, la telefonía pública está quedando en desuso luego de un abandono de parte de la empresa que los administraba, solo el recuerdo de las monedas de 20 centavos, en su momento con monedas de 50, 100 y 200, de las tarjetas de chip precargadas con publicidad o de las monedas de 1, 2, 5 pesos y diez pesos más recientes, para tener la comunicación, incluso el famoso servicio del 01800 que permitía comunicación gratuita con empresas o instituciones o los números de emergencia.
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Según expertos, fue en el 2016, cuando la telefonía pública comenzó a decaer ante el avance del internet y la telefonía móvil que ofertaban conectividad y las casetas publicas dejaron de tener mayor relevancia, por consecuencia los operadores, en este caso Telmex dejó de invertir y abandonó prácticamente el servicio.
Ramiro Sánchez, recordó que las casetas públicas eran la única opción para los tapachultecos, quienes compraban tarjetas para hablar con sus familiares y era una bonita experiencia.
Dijo que las personas acudían a esperar las llamadas de sus familiares o amigos, o que a través de estas casetas hacían las llamadas a las comunidades rurales donde una operadora se encargaba de ir a avisar a la familia para la comunicación por esta vía.
"Yo de vez en cuando uso los teléfonos públicos de monedas que aún están en servicio, en donde el minuto oscila en 5 pesos, pero la verdad que la mayoría ya no recurre a estos lugares porque todos tienen celular", abundó.
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La situación real en la actualidad es que muchas casetas de telefonía pública han sido retiradas, algunas que aún existen se encuentran en estado deplorable con equipos sin bocina o desmanteladas.