Con más de 30 años vendiendo nieve artesanal en las calles, primero en Guatemala y ahora en México, don Pablo Macario sobresale en esta frontera sur por sus tradicionales productos.
Dice que aun cuando hay días que las ventas no son como él quisiera, porque son bajas, seguirá trabajando hasta que sus fuerzas se lo permitan. " Hay días que se vende poco, pero que salga para la comida eso es lo más importante”, comenta para Diario del Sur.
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Originario de Guatemala, don Pablo platica que tiene más de 35 años en este oficio de elaborar y vender nieve artesanal, 20 años en los departamentos fronterizos de Guatemala y 17 años del lado mexicano, específicamente en Tuxtla Chico.
Comparte que comenzó su apasionada labor en 1989 aproximadamente, viendo como preparaban las nieves y posteriormente se fue perfeccionando en este oficio que le entusiasma, pero que también le da ingresos para poder subsistir.
El artesano chapín es muy conocido en la franja fronteriza entre México y Guatemala por sus tradicionales nieves de piña, coco, mora, fresa, mora con piña, kiwi, yaca, ron con pasas, de plátano, entre otras.
Resalta que usa materias primas naturales de calidad como la leche, crema, azúcar, las frutas y demás ingredientes, ya que a la gente le gusta lo natural, no lo artificial, por eso pone mucho cuidado en la elaboración de sus productos.
El oficio y sabor los hereda a sus hijos
Don Pablo viaja todos los días de Guatemala a Tuxtla Chico y lugares cercanos. Antes venía solo, sin embargo, ahora viaja con sus hijos y nietos. Unos se van a municipios fronterizos entre México y Guatemala, y él se va para Tuxtla Chico.
Señala que así continuarán hasta que Dios quiera, ya que la gente llega a comprarle a pie o en carro, de a una nieve, dos, tres, incluso hay quienes compran cinco o hasta en mayor volumen.
