La violencia contra las mujeres y niñas en nuestro país es una de las más grandes expresiones de odio por razones de género que cada día crece más y que, por desgracia, no tiene la atención debida que nos dé una esperanza que algún día pueda terminar.
Tan solo en el 2021, se registraron 1,004 feminicidios en México, lo que representa un aumento de 2.66% a los registrados en 2020 que fueron 978, lo que revela un aumento alarmante de la violencia contra el género femenino en el país.
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Y por si las cifras no fueran ya alarmantes, en el primer bimestre de este 2022, nuestro país contabilizó al menos 122 muertes violentas de mujeres, niñas y adolescentes, entre las que destacan mutilación, descuartizamiento y tortura.
Activistas feministas han denunciado la falta de acciones contundentes por parte de las autoridades así como el poco presupuesto que se destina a la atención de mujeres víctimas de violencia en todas sus expresiones.
Esta falta de acciones ante el evidente aumento de feminicidios se relaciona con la poca concreción del discurso oficialista que, según dicen las expertas, está conformado por un montón de calificativos y críticas hacia las feministas, a las que señala de ir contra el movimiento transformador de López Obrador
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