/ lunes 11 de septiembre de 2023

Salud en la Red | La importancia de la atención en la salud mental y emocional como estrategia para el cumplimiento de los objetivos del bienestar social

Se suele pensar en la salud como lo opuesto a enfermedad, –un concepto erróneo– por lo que se considera que no compete a otros sectores o instituciones y que solo debe ser abordado por los servicios de salud exclusivamente; esta perspectiva está muy alejada de la realidad, el concepto es más amplio cuando se analiza desde una óptica social, multidimensional y multiprofesional determinada por distintos factores ya que por la definición de la OMS «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»–, por lo tanto, es importante considerar que la salud y la calidad de vida dependen en gran medida de las oportunidades que brinda el contexto en el que cada persona nace, crece, aprende y se desarrolla, por ello, la mayoría de los factores de riesgo para la salud están interrelacionados e influenciados por los lugares en los que las personas trabajan, viven e interactúan a lo largo de su vida.


Como ya sabemos, el concepto de la salud es una construcción social multideterminada por factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, medioambientales, políticos y culturales; que se vincula con la calidad de vida y el desarrollo integral de las personas y sus comunidades, por lo que se le considera un recurso para la vida y un derecho humano fundamental que debe ser protegido y garantizado por el estado –por medio de las instituciones y por la sociedad en su conjunto, ya sea como organismos de la sociedad civil, empresas o como individuos–, porque aunque bien sabemos que la salud depende de las condiciones de vida de los individuos y esto depende del trabajo que realice nuestro gobierno, mucha de esta responsabilidad también recaen en las decisiones personales de los estilos de vida que llevamos; por lo cual no podemos seguir pensando que si queremos un cambio en nuestro país y en el mundo, nuestro gobierno tiene que actuar solo ante esta situación de salud pública que vivimos actualmente.


Estoy convencida, sobre bases científicas y datos estadísticos obtenidos en 22 años de trabajar en la salud pública desde una plataforma de representación de la organización civil y científica, que la salud no se puede abordar solo por instituciones de salud, hoy podemos aseverar que las instituciones y las organizaciones de salud deben tener una estrecha relación de trabajo y comunicación con todos los demás sectores –económicos, laborales, educativos, etc.–, para lograr planes de trabajo eficientes y exitosos, el compromiso va mas allá de cada uno de estos factores porque como decía Schopenhauer que "la salud no lo es todo, pero que sin ella todo lo demás es nada"; y es que la salud es una de esas cosas a las que no solemos darle la transcendencia que tiene hasta que la perdemos, es entonces cuando nos damos cuenta que todo aquello que parecía prioritario y sobre lo que teníamos centrada nuestra atención, empieza a perder su importancia, al fin y al cabo, la salud es un bien intangible al que no es fácil cuantificarle un valor, porque realmente no lo tiene como tal; y es que es algo tan importante que pone en valor todo lo demás. Por ello, cuando veo a personas desde sus representaciones quejándose de los derechos de seguridad, de economía, de educación, –claro no quitando la relevancia que cada materia tiene– me pregunto, no acaso tendríamos que poner nuestro foco de atención en la salud, cuando la población mejore sus condiciones de vida básicas y se les garanticen –como lo menciona la teoría de la pirámide de Maslow, sobre la motivación y lo qué impulsa la conducta humana, cubriendo primeramente los aspectos fisiológicos, luego de seguridad, de integración, de reconocimiento y de autorrealización– podremos tener una persona, comunidad, país y mundo con las condiciones de vida de calidad que todos queremos. Ante lo anterior, no creo estar equivocada, si vemos los resultados históricos de lo que deja atrás cada pandemia, si, claro, caos de morbilidad y mortalidad, pero no dejemos a un lado que conlleva una crisis económica, incluyendo la laboral; y la crisis social, entre ellas la crisis de valores y principios que lleva consigo la inseguridad que vivimos actualmente en el mundo.


Derivado de lo anterior, hagamos en este momento un análisis de conciencia; que les preocupa a cada uno de ustedes para que se priorice en la atención en cada núcleo familiar y social: la alimentación, la salud, la educación, la seguridad; ante esto, podremos notar después que tan equivocados estamos antes, ya que históricamente entre las profesiones sanitarias, se había puesto más el foco en la curación que en la prevención de la enfermedad y tampoco se ha puesto énfasis en promocionar la salud a través de su atención, lo que conlleva un gasto público en salud demasiado elevado, que no solo pone en riesgo a la población, si no a la economía, si invertimos mas en la prevención reduciría el gasto en la atención que hoy en día se demanda un presupuesto cada año mayor y que esperamos que llegue el momento que sea imposible avalar la salud de manera gratuita, accesible y correcta, ya que nuestra visión a futuro –como vamos avanzando–, se espera el incremento de los fenómenos que amenazan la salud pública como el incremento de las constantes enfermedades infecto contagiosas y crónicas no transmisibles que se presentan en la población incluyendo el incremento de la adiposidad y el estrés en todas las generaciones, el envejecimiento de la población, el cambio climático, la resistencia de los antimicrobianos, en fin diferentes factores que afectan la calidad de vida de la población y todas relacionadas con la salud mental ya sea como detonante o como resultado. Curar ya no es la respuesta correcta, por ello, los grandes lideres en salud a nivel mundial le han apostado a la promoción de la salud en las localidades, pero no solo con el enfoque físico, si no de manera integral, dando hoy en día la gran importancia que tiene la salud mental como eje principal de toda la estrategia de salud del siglo XXI.

Comentarios: direccion@rsalud.com.mx

Se suele pensar en la salud como lo opuesto a enfermedad, –un concepto erróneo– por lo que se considera que no compete a otros sectores o instituciones y que solo debe ser abordado por los servicios de salud exclusivamente; esta perspectiva está muy alejada de la realidad, el concepto es más amplio cuando se analiza desde una óptica social, multidimensional y multiprofesional determinada por distintos factores ya que por la definición de la OMS «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»–, por lo tanto, es importante considerar que la salud y la calidad de vida dependen en gran medida de las oportunidades que brinda el contexto en el que cada persona nace, crece, aprende y se desarrolla, por ello, la mayoría de los factores de riesgo para la salud están interrelacionados e influenciados por los lugares en los que las personas trabajan, viven e interactúan a lo largo de su vida.


Como ya sabemos, el concepto de la salud es una construcción social multideterminada por factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, medioambientales, políticos y culturales; que se vincula con la calidad de vida y el desarrollo integral de las personas y sus comunidades, por lo que se le considera un recurso para la vida y un derecho humano fundamental que debe ser protegido y garantizado por el estado –por medio de las instituciones y por la sociedad en su conjunto, ya sea como organismos de la sociedad civil, empresas o como individuos–, porque aunque bien sabemos que la salud depende de las condiciones de vida de los individuos y esto depende del trabajo que realice nuestro gobierno, mucha de esta responsabilidad también recaen en las decisiones personales de los estilos de vida que llevamos; por lo cual no podemos seguir pensando que si queremos un cambio en nuestro país y en el mundo, nuestro gobierno tiene que actuar solo ante esta situación de salud pública que vivimos actualmente.


Estoy convencida, sobre bases científicas y datos estadísticos obtenidos en 22 años de trabajar en la salud pública desde una plataforma de representación de la organización civil y científica, que la salud no se puede abordar solo por instituciones de salud, hoy podemos aseverar que las instituciones y las organizaciones de salud deben tener una estrecha relación de trabajo y comunicación con todos los demás sectores –económicos, laborales, educativos, etc.–, para lograr planes de trabajo eficientes y exitosos, el compromiso va mas allá de cada uno de estos factores porque como decía Schopenhauer que "la salud no lo es todo, pero que sin ella todo lo demás es nada"; y es que la salud es una de esas cosas a las que no solemos darle la transcendencia que tiene hasta que la perdemos, es entonces cuando nos damos cuenta que todo aquello que parecía prioritario y sobre lo que teníamos centrada nuestra atención, empieza a perder su importancia, al fin y al cabo, la salud es un bien intangible al que no es fácil cuantificarle un valor, porque realmente no lo tiene como tal; y es que es algo tan importante que pone en valor todo lo demás. Por ello, cuando veo a personas desde sus representaciones quejándose de los derechos de seguridad, de economía, de educación, –claro no quitando la relevancia que cada materia tiene– me pregunto, no acaso tendríamos que poner nuestro foco de atención en la salud, cuando la población mejore sus condiciones de vida básicas y se les garanticen –como lo menciona la teoría de la pirámide de Maslow, sobre la motivación y lo qué impulsa la conducta humana, cubriendo primeramente los aspectos fisiológicos, luego de seguridad, de integración, de reconocimiento y de autorrealización– podremos tener una persona, comunidad, país y mundo con las condiciones de vida de calidad que todos queremos. Ante lo anterior, no creo estar equivocada, si vemos los resultados históricos de lo que deja atrás cada pandemia, si, claro, caos de morbilidad y mortalidad, pero no dejemos a un lado que conlleva una crisis económica, incluyendo la laboral; y la crisis social, entre ellas la crisis de valores y principios que lleva consigo la inseguridad que vivimos actualmente en el mundo.


Derivado de lo anterior, hagamos en este momento un análisis de conciencia; que les preocupa a cada uno de ustedes para que se priorice en la atención en cada núcleo familiar y social: la alimentación, la salud, la educación, la seguridad; ante esto, podremos notar después que tan equivocados estamos antes, ya que históricamente entre las profesiones sanitarias, se había puesto más el foco en la curación que en la prevención de la enfermedad y tampoco se ha puesto énfasis en promocionar la salud a través de su atención, lo que conlleva un gasto público en salud demasiado elevado, que no solo pone en riesgo a la población, si no a la economía, si invertimos mas en la prevención reduciría el gasto en la atención que hoy en día se demanda un presupuesto cada año mayor y que esperamos que llegue el momento que sea imposible avalar la salud de manera gratuita, accesible y correcta, ya que nuestra visión a futuro –como vamos avanzando–, se espera el incremento de los fenómenos que amenazan la salud pública como el incremento de las constantes enfermedades infecto contagiosas y crónicas no transmisibles que se presentan en la población incluyendo el incremento de la adiposidad y el estrés en todas las generaciones, el envejecimiento de la población, el cambio climático, la resistencia de los antimicrobianos, en fin diferentes factores que afectan la calidad de vida de la población y todas relacionadas con la salud mental ya sea como detonante o como resultado. Curar ya no es la respuesta correcta, por ello, los grandes lideres en salud a nivel mundial le han apostado a la promoción de la salud en las localidades, pero no solo con el enfoque físico, si no de manera integral, dando hoy en día la gran importancia que tiene la salud mental como eje principal de toda la estrategia de salud del siglo XXI.

Comentarios: direccion@rsalud.com.mx

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