Pasar varias horas detrás de un micrófono y estar pensando que ganan bien los locutores, solo es imaginación de los radio escucha, así como la imagen de los conductores para transportarte a lugares, esa sensación que causa en las personas al escuchar la voz, ya que la realidad de todos los locutores es muy distinta.
Al respecto, Sabel Arteaga Martinez, con 31 años en este oficio, que deja más satisfacciones que ganancias económicas, platicó para Diario del Sur que con el sueldo de la radio es complicado sacar adelante a la familia y se tienen que buscar otras alternativas.
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Reconoció la gran labor de su esposa, ya que con el salario de ella y lo poco que él ganaba pudieron salir adelante, ya que de lo contrario se hubiera quedado con hambre su familia.
“El salario de uno locutor en la actualidad son alrededor de 6 mil pesos mensuales y no te da para mucho, más con lo caro que están las cosas, pero cuando la radio se le mete por la sangre a uno es difícil de alejarse”, expresó.
Añadió que antes de llegar a la radio fue gerente de un Rialfer y ganaba bien, al grado que la diferencia de ingresos era brutal, pero una vez llegando a la radio no pudo dejar ese trabajo
Mencionó que siempre buscó otro trabajo para tener más ingresos económicos y ahí sigue en la XEKQ a más de 31 años de estar llevando alegría a los hogares de los tapachultecos y hasta donde lleguen las ondas hertzianas de la radiodifusora.
Indicó que cuando él empezó el salario era muy poco y hasta la fecha el pago es muy bajo, pero se puede combinar con otras actividades que ayuden a llevar más recursos a su hogar.
“Los que trabajamos en la radio lo hacemos por pasión y no por el salario, ya que de lo contrario no siguiera tras un micrófono llevando alegría a los hogares que aún disfrutan de esta medio de comunicación, que tiene una gran historia y permanece a pesar de las redes sociales”, abundó.
Destacó que la radio se va a mantener mientras los locutores se preparen, tengan la responsabilidad de lo que significa estar detrás de un micrófono, quieran su profesión y le echen muchas ganas a lo que hacen.
Puntualizó que estar sentado, con clima, escuchando música e informando a la población desde 1992 no es trabajo y lo ve más como una diversión.