/ sábado 10 de diciembre de 2022

Don Marcelino, el artesano restaurador de la fe

Una restauración le toma por lo menos tres días y puede costar entre mil y dos mil pesos

Desde hace 28 años, don Marcelino Morales viaja más de mil 150 kilómetros desde la Ciudad de México hasta Tapachula Chiapas, ya que desde ese tiempo se ha convertido en el restaurador de la fe, toda vez, que la gente de este y otros municipios lo buscan para que pueda reparar imágenes de la virgen de Guadalupe o de santos católicos.

Don Marcelino, pertenece a una familia de artesanos y heredó la habilidad de restaurar imágenes por parte de su padre, quien se dedicaba a elaborar diversas figuras decorativas y estatuillas de madera, a la vez que comenzaba a restaurar santos de yeso.

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Él transmitió a Don Marcelino el arte de trabajar las piezas, que también pueden ser de cerámica o cera y fibra de vidrio, a darles forma y a aprender a ver los detalles.

Imágenes de la virgen de Guadalupe, niño Dios, personajes de nacimientos enteros y figuras de todo tamaño (algunas hasta de dos metros) llegan a sus manos para cobrar una segunda o tercera vida.

Algunas imágenes llegan casi insalvables, pero para Don Marcelino no hay imposibles cuando se trata de restaurar una pieza o una imagen entera, ya que para muchas personas estas imágenes tienen un gran valor sentimental y representan un motivo de adoración.

Contó que generalmente, si el cliente le trae la pieza faltante de la imagen, por ejemplo, la mano, básicamente, se trata de ajustarlo, lijar y pintar o bien algunos que llevan sus imágenes solo para pintarlas

“Lo que hacemos es modelar el cuerpo, todo esto toma, por lo menos, unos tres días. Los dos primeros en el tallado y el moldeado; en el tercero, la pintura. Todo depende del clima, aunque acá en Tapachula el sol es muy favorable" abundó.

Le han llegado hasta figuras partidas en pedazos, pero para Don Marcelino no hay obstáculos, todo se puede salvar, por ello, cada año son muchas las personas que acuden a su taller ubicado en el Tianguis Navideño, ubicado en el malecón del río Coatán para ocupar sus servicios.

Una restauración le lleva aproximadamente tres días / Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur

Una restauración o pintura de las imágenes llega a oscilar entre los mil y 2 mil pesos, todo de acuerdo al daño que presenten, sin embargo, pero a pesar del costo, las personas acuden con Don Marcelino, el restaurador de la fe.


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Desde hace 28 años, don Marcelino Morales viaja más de mil 150 kilómetros desde la Ciudad de México hasta Tapachula Chiapas, ya que desde ese tiempo se ha convertido en el restaurador de la fe, toda vez, que la gente de este y otros municipios lo buscan para que pueda reparar imágenes de la virgen de Guadalupe o de santos católicos.

Don Marcelino, pertenece a una familia de artesanos y heredó la habilidad de restaurar imágenes por parte de su padre, quien se dedicaba a elaborar diversas figuras decorativas y estatuillas de madera, a la vez que comenzaba a restaurar santos de yeso.

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Él transmitió a Don Marcelino el arte de trabajar las piezas, que también pueden ser de cerámica o cera y fibra de vidrio, a darles forma y a aprender a ver los detalles.

Imágenes de la virgen de Guadalupe, niño Dios, personajes de nacimientos enteros y figuras de todo tamaño (algunas hasta de dos metros) llegan a sus manos para cobrar una segunda o tercera vida.

Algunas imágenes llegan casi insalvables, pero para Don Marcelino no hay imposibles cuando se trata de restaurar una pieza o una imagen entera, ya que para muchas personas estas imágenes tienen un gran valor sentimental y representan un motivo de adoración.

Contó que generalmente, si el cliente le trae la pieza faltante de la imagen, por ejemplo, la mano, básicamente, se trata de ajustarlo, lijar y pintar o bien algunos que llevan sus imágenes solo para pintarlas

“Lo que hacemos es modelar el cuerpo, todo esto toma, por lo menos, unos tres días. Los dos primeros en el tallado y el moldeado; en el tercero, la pintura. Todo depende del clima, aunque acá en Tapachula el sol es muy favorable" abundó.

Le han llegado hasta figuras partidas en pedazos, pero para Don Marcelino no hay obstáculos, todo se puede salvar, por ello, cada año son muchas las personas que acuden a su taller ubicado en el Tianguis Navideño, ubicado en el malecón del río Coatán para ocupar sus servicios.

Una restauración le lleva aproximadamente tres días / Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur

Una restauración o pintura de las imágenes llega a oscilar entre los mil y 2 mil pesos, todo de acuerdo al daño que presenten, sin embargo, pero a pesar del costo, las personas acuden con Don Marcelino, el restaurador de la fe.


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