Ni los constantes incrementos a refrescos embotellados, ni la difícil situación económica, ni las afectaciones a la salud de las personas han incidido para que en Chiapas y en particular en Tapachula, disminuya el consumo de las bebidas gaseosas.
De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt), el estado de Chiapas es el lugar donde más se consumen bebidas azucaradas embotelladas. El promedio de refrescos embotellados per cápita en Chiapas es cinco veces superior al resto del país y 32 por veces más que el promedio mundial, ya que un chiapaneco consume dos litros de refrescos al día, cuando el promedio a nivel nacional es de 400 mililitros.
Desde el pasado 13 de septiembre, la empresa Femsa distribuidora de la Coca Cola aumentó el costo de su producto derivado de los precios de los insumos entre estos el azúcar y podría volver aumentar a finales del año.
Tapachula como en gran parte de Chiapas la bebida embotellada más popular y consumida es precisamente la Coca Cola, a pesar de que autoridades de salud han emprendido en algunos periodos tenues campañas de salud para informar del impacto negativo de estos productos en la salud de las personas.
Y es que el refresco se ha convertido en una bebida de fácil alcance, consumo y que está presente en la vida cotidiana de las personas y con mayor incidencia en las festividades, señala la nutrióloga Karla Argueta.
Refirió que los intentos de las instituciones de salud han quedado atrás, toda vez que el producto se puede adquirir con facilidad en las escuelas donde hubo intentos de prohibirlos, en los centros de trabajo y hospitales, además de los centros comerciales, el consumo es masivo al grado de haber sido agregada al escenario de la cultura alimentaria mexicana.
Expuso que autoridades de salud federal ante el problema de salud pública a la que están ligadas el consumo de bebidas saborizadas en el 2020 se implementó un nuevo etiquetado frontal en estas bebidas y alimentos envasados con lo que se busca prevenir y controlar la obesidad y las enfermedades no transmisibles, que se pueda identificar de una manera fácil y rápida las calorías y nutrientes críticos.
Además de incorporar dos leyendas precautorias para proteger a niños de efectos adversos por el consumo de edulcorantes y cafeína.
No importa que suba el precio, el refresco siempre será una "necesidad"
Andrés Ortiz, es uno de los miles de chiapanecos que consume refrescos embotellados de manera excesiva, incluso mucho más que el promedio de consumo, ya que a diario toma hasta 2.5 litros de bebida gaseosa.
Dijo que no importa cuánto suba el precio del refresco, porque siempre hará el esfuerzo de satisfacer la "necesidad" por el refresco de cola, cuya adicción lleva más de 30 años.
Reconoció que el refresco ha sido parte de su vida diaria, porque no puede estar sin disfrutar de su bebida y más cuando hay demasiado calor.
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Indicó que a diario consume cuatro refrescos de 600 mililitros, ya que, en su hogar, él es quien consume mucho las bebidas azucaradas, y a pesar de que escucha de muchas enfermedades a causa de beber mucho este producto, por más de 30 años no ha presentado ninguna complicación de salud asociada a su adicción.
"No importa que el refresco suba de precio, mientras no se termine no pasa nada, por lo que seguiré comprando mi bebida favorita hasta el último día de vida porque la bebida gaseosa es una necesidad en mi cuerpo cada día", abundó.
Mientras haga calor, el refresco será primordial
Leobardo es otro de los consumidores, narró que desde hace unos 20 años empezó en su casa y compañeros de trabajo a tomar hasta 2 cocas de 2.5 litros por día, pues el calor en Tapachula es intenso y ante este clima amerita estar bien hidratados.
“El refresco embotellado no puede faltar en la mesa, mucho menos en la chamba, siempre hay una moneda entre los compañeros para hacer la coperacha y mandar a comprar una deliciosa y fría bebida refrescante”, comentó.
Y aunque reconoce que el refresco azucarado ha sido catalogado por especialistas como dañino para la salud, dijo que otros refrescos de cola no saben igual y tomar agua pura, pues si lo hace, pero no se siente lo mismo, pues este refresco hasta los mantiene despiertos.
A pesar de que ha subido de precio, mencionó que “ni modos”, aunque suba continuarán en el trabajo haciendo cooperación para comprar un refresco; pero además en su casa también no debe faltar una “coquita”, para la hora de la comida con toda la familia.
