Persisten irregularidades en universidades particulares de Tapachula que afectan el desarrollo profesional de ex alumnos, desde el reclamo de la falta de entrega de títulos que duran hasta cinco años, como ocurre en la escuela medicina del Instituto de Estudios Superiores de Chiapas (IESCH), de la Salazar Narváez, además de la negligencia de dos funcionarias que buscan protagonismo al manipular el denominado Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECOE).
Se trata de la Directora de la escuela de medicina Tapachula, Dra. Beatriz Irene Pérez Méndez y la subdirectora académica Victoria Sahanty Macías Nava, las que han aprovechado los problemas internos que existen al interior de la institución entre los propietarios para convertirse en las que toman las decisiones importantes en Tapachula.
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Esta situación ha afectado la vida profesional de los alumnos que ven con desconfianza la irregularidad en los exámenes que tienen que presentar para acceder al título profesional y posteriormente la capacidad de la institución para expedirlos con la validez que se requiere.
En torno al ECOE, alumnos afectados , quienes pidieron la omisión de sus nombres por temor a represalias, afirmaron que hay casos en los que han presentado hasta en cinco ocasiones con el respectivo pago de casi 2 mil pesos en cada ocasión y la espera del periodo de 6 meses entre uno y otro, y que extrañamente no han acredito por la intervención de las señaladas.
Dijeron que las exigencias en el pago de las colegiaturas con altos intereses a quienes no cubren las cuotas en los días establecidos no se comparan con los meses y quizás años en los que los estudiantes que ya terminaron la carrera ya cumplieron y esperan que la universidad les responda en sus documentos de igual manera que con las exigencias de los pagos.
Señalaron que ex alumnos que han perdido oportunidades de trabajo y no han podido acceder al título por la negligencia de Pérez Méndez y Macias Nava de manipular los exámenes ECOE para afectarlos además de no poder presentar el examen nacional de residencias médicas (ENARM), y buscan incidir en que no los acrediten a pesar de que tienen los conocimientos y en cualquier otra universidad donde no haya este tipo de funcionarias habrían acreditado.
Detallaron que estas dos personas buscan afectarlos, quizás porque ellas no pudieron desarrollarse en la actividad practica de la medicina, sino en actividades administrativas pero que traicionan la confianza de los directivos del consorcio Salazar Narváez por lo que piden al rector Emilio Salazar Farias tomar cartas en el asunto.