Su vocación, profesión y oficio que disfruta, comenzó siendo niño. Nuestro estelar asegura que su formación y disciplina es gracias a sus padres y las maestras Margarita y Tita Garza; dos mujeres famosas que educaron con fuerza de hierro, pero con guante terciopelo a muchas generaciones.
Se refiere a dos mujeres con mucho rigor que estaban al frente de aquella escuela llamada “Las Garcitas”, después, cursa una parte de la secundaria en el Colegio Izapa y el resto en la Escuela Ramos Millán, en la preparatoria No. 1 y el Colegio Miguel Hidalgo, estudió el bachillerato.
Es Gabriel González Díaz, el famoso fotógrafo de la óptica privilegiada y mejor conocido como “Gabo”, que hoy nos distingue en Diario del Sur.
Ingresó a la Escuela de Administración en la UNACH, estudió dos años administración, porque en algún momento pensó en seguir los pasos de su padre. Ahí descubre que su vocación estaba muy lejos de la administración.
Se le iluminó la existencia y reflexionó, entonces la memoria le recordó que su pasión era contar y narrar historias a través de dibujos, artes pasticas como la pintura y la escultura. En bachillerato ya daba muestras que el diseño también era lo suyo.
La realidad es que Gabo, lo que deseaba era crear un mundo a través de dibujos, como cuando le narraba a su madre cómo había sido su día, y este sentimiento, lo traía desde la infancia.
Las corrientes y opiniones sobraron. Para nadie es su secreto que los mayores intervienen para decir qué te conviene y que no, así que tiene que tomar la decisión entre estudiar diseño gráfico o arquitectura.
¿Como arquitecto crees que puedas diseñar y como diseñador crees que puedas construir? Esas dos preguntas lo llevan estudiar Arquitectura en la UTAC y renuncia a la carrera de administración.
Según Gabo, haber estudiado arquitectura es lo mejor que le ha sucedido, porque la arquitectura no solo le sirvió como profesión sino para toda su vida; la metodología de crear un espacio arquitectónico, ver sus áreas y todo eso, es como la vida, te define tus prioridades, en dónde vas a estar más tiempo, cómo quieres vivir ese espacio, qué sensaciones deseas provocar… -diseñas tu vida y claro que la arquitectura me llevó a lo que hoy soy-, narra seguro y feliz.
Comenzó a jugar a ser el fotógrafo cuando tenía seis años con una cámara que tenía a la mano. Según Gabo, la mejor cámara es la que tienes en ese momento. Ha tenido la fortuna de vivir en una familia en donde todos los hombres han sido aficionado a la fotografía.
Estoy charlando con el hijo del maestro Benjamín González Espinoza y Lilian de Lourdes Díaz Ordaz.
Comenzó a tomar sus primeras fotografías con una cámara sencilla, él siempre había tenido la idea que, con esa cámara él podía captar lo que quisiera, se rehusaba a comprarse una cámara profesional.
Sucedió que va a un viaje por Europa, va acompañado de su camarita, y Rodolfo Juan, comenzó, junto con él a tomar fotos y ahí le pide la cámara a Rodolfo y dice nuestro entrevistado -Qué bien se siente esta cámara- y el agente viajero le responde -Es que tú, deberías de traer una de estas-
Hace 14 años ingresa como diseñador y fotógrafo de la revista Style, ahí comienza una búsqueda por descubrir el verdadero mundo del que está enamorado. Porque el amor, el enamoramiento es un tema ampliamente explorado y los fotógrafos, son grandes románticos dedicados a capturar momentos de belleza que viaja entre lo ordinario volviéndolo extraordinario.
Es necesario decir que Gabriel González Díaz, es un hombre disciplinado que ama el Taekwondo y la vida de nuestro estelar y Cinta Negra, está llena de sucesos increíbles. Sucedió que en un examen para obtener 2do dawn, se fracturó la rodilla, se rompió los ligamentos y tiene que guardar reposo.
Su talento es parte de su genética, ya que su padre, además de la catedra, es fotógrafo amateur y ha pulido su trabajo, así que estando en cama, su padre ingresa a un concurso de fotografía, gana y lo premian con una cámara Sony semiprofesional y se la regaló, tal vez para que el reposo no le doliera tanto.
Restablecido, una amiga le dice que le acompañe a una sesión fotográfica que tendrá con un profesional, el famosísimo Jonathan Beiko y no quiere ir sola.
Habla con el fotógrafo y le dice que, si no le disgusta que esté en su sesión y a cambió, Gabo le tomará fotos a él, tomando fotos. Y en ese escenario, en ese momento, viendo al maestro de la fotografía trabajar y nuestro estelar tomándole fotos, ocurrió la magia, ahí supo Gabriel González Díaz, que él deseaba ser fotógrafo y empezó la aventura que hoy cumple 14 años.
-Esto es lo que quiero ser- y sin planearlo se convirtió en el mejor, aunque él no acepta ser el mejor, porque su grado de sencillez lo mantiene con los pies sobre la tierra.
Y es en ese momento cuando Gabriel González Díaz se convierte en el famoso Gabo, decide ser un profesional, y toma el oficio de capturar los sucesos de la vida con pasión.
A partir de ese momento comienza su vida artística, porque es un artista de la fotografía, un oficio que lo llena de poesía y romance, porque capta hasta el alma de quienes posan para él…
El trabajo de Gabo es arte autentico y en el camino se fue profesionalizándose, porque cada vez lo quiere hacer mejor, cada vez se vuelve más exigente con su trabajo, eso lo ha llevado al estatus más alto de la fotografía.
Este año en diciembre, cumple 14 años de ser el fotógrafo oficial de la revista Style, y la revista cumple en diciembre 24 años.
El trabajo de Gabo tiene su sello personal, su trabajo creativo e innovador transmite algo profundo al espectador, porque como lo he calificado, su trabajo lo realiza como un poema, le pone no solo el talento y su óptica, sino que involucra el alma, el corazón.
La vida de Gabriel González Díaz, ha sido jugada por el destino de la manera más caprichosa y él, se ha dejado llevar pues, pensaba abrir una escuela de Tae Kwan Do, pero el accidente en donde se lesiona la rodilla, la que lo deja con el único título de 1er Dawn, le cambia la existencia.
Gabo es un hombre libre que ha sido flechado muchas veces por el amor y casi siempre ha salido chamuscado, pero no descarta que al final… Bueno, es un fotógrafo enamorado del amor, y es tanto el amor que en su trabajo lo manifiesta.
Gabo, es el hombre que renuncia a los placeres inmediatos por lograr lo que quiere, seguro de no arrepentirse por no haberlo hecho.
No se niega al amor, pero volverá a ingresar a esa catafixia cuando esté seguro. Por hoy, una sesión por él, o ser captado por su lente, es motivo para festejar y en partida doble.
Gabo, no sabe que es el mejor, y eso lo convierte en un artista difícil de alcanzar. Vino al mundo el 16 de septiembre de 1977, tiene 46 años y está en el mejor momento de su vida.
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