Guatemala ha intensificado sus esfuerzos para controlar el flujo migratorio que busca ingresar a territorio azteca por la frontera sur que comparte con México, esto, en su intento por alcanzar los Estados Unidos.
Las autoridades guatemaltecas han implementado medidas más estrictas para frenar la entrada irregular de migrantes, en colaboración con las autoridades mexicanas, norteamericanas y en cumplimiento de acuerdos bilaterales.
Durante operativos de seguridad en carreteras del país centroamericano con la coordinación entre el Instituto Guatemalteco de Migración y el Ministerio de Gobernación ha sido constante, permitiendo la localización y rechazo de extranjeros por su ingreso irregular.
Los datos del Departamento de Estadística y Archivos revelan que las principales nacionalidades de los extranjeros rechazados son: venezolanos que encabezan la lista con más de 6 mil, seguidos de los colombianos con 727, ecuatorianos 475 y haitianos 156, entre otros nacionalidades.
En cuanto a la expulsión de extranjeros de Guatemala, el puesto fronterizo Agua Caliente, en Chiquimula, ha registrado la mayor cantidad de expulsiones este año, con un total de 7,568 casos, seguido por Pedro de Alvarado y El Chinchado (frontera con Honduras).
El gobierno guatemalteco ha manifestado su compromiso con la seguridad y el control fronterizo en los límites con México, al tiempo que busca promover el desarrollo económico y social de sus país como parte de una estrategia integral.
El desafío para las autoridades guatemaltecas es garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes, asegurando al mismo tiempo una gestión migratoria ordenada y segura por su territorio.
El desafío para las autoridades guatemaltecas es garantizar un equilibrio entre el control fronterizo en materia de seguridad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes.