En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón hizo énfasis en que la iglesia debe ser una luz de esperanza para los pueblos y comunidades de Chiapas que viven bajo el constante acecho de la ola de inseguridad y de violencia.
Dijo que desde hace unos meses a la fecha la población ha experimentado el aumento de la inseguridad y la violencia en estas tierras particularmente se percibe que hay zonas en la montaña prácticamente desoladas y sometidas por este flagelo.
Señaló que ante esta situación, se ha hecho el llamado por parte del Episcopado Mexicano sobre la misión de la iglesia en la construcción de la paz para la vida digna del pueblo de México, en donde juega un papel preponderante en lograr que vuelva la tranquilidad a las familias.
El líder religioso detalló que la misión de la iglesia debe ser aplicada en la realidad de inseguridad y violencia que se vive en el país y particularmente en los municipios de la Sierra de Chiapas, y alentar la esperanza de quienes por esta razón viven con miedo, con dolor e incertidumbre.
Calderón Calderón indicó que la iglesia cumple su misión siguiendo los pasos de Jesús y haciendo suya sus actitudes ya que de él aprende la sublime lección de anunciar el evangelio de la paz con la confianza puesta en la fuerza transformadora del amor.
Urgió a los fieles y miembros de las catedrales, parroquias e iglesias que integran la Diócesis de Tapachula a no solo preocuparse por construir la paz, sino también a ocuparse de ser artesanos de la paz y lograr que las familias vivan en mejores condiciones de tranquilidad.