En menos de tres minutos bandas delincuenciales se pueden robar un vehículo estacionado en vialidades y plazas comerciales de Tapachula y venderlo en el mercado negro por la mitad de su valor.
Utilizando a jóvenes, conocidos como “Halcones”, los cuales su objetivo es vigilar a su presa hasta cuando está en una situación vulnerable, los encargados de robar las unidades realizan el ‘trabajo’ en unos cuantos minutos.
Tras una larga búsqueda y poder de convencimiento, se logró a ubicar a uno de los presuntos integrantes de una banda dedicada al robo de vehículos, en especial las Pick Up. Sus propios compañeros y amigos le apodan el “Chuky” sobrenombre derivado de ciertas cicatrices en el rostro y por su forma infantil de vestir.
En una entrevista realizada para Diario del Sur comenta que para él su actividad no es crimen sino un arte, ya que se basa en que la seguridad de los vehículos ahora es deprimente. La falta de trabajo y a la vez el rechazo social que existe, lo han empujado a aprender malos hábitos.
-¿Cómo fueron sus inicios y donde aprendió?- se le cuestiona.
“Yo soy de Tapachula, actualmente tengo 36 años. Desde los 20 años tuve que viajar a la ciudad de México para buscar nuevas oportunidades de empleo con unos amigos que vivían cerca del barrio de Tepito, ellos siempre tenían mucho dinero en su bolsa, no los veía preocupados y siempre andaban en los vicios del alcohol junto con las drogas, para ellos una vida normal, sin embargo me busque una opción como ayudante de albañil ganando 1500 a la semana, terminaba agotado mientras que mis cuates siempre con una sonrisa, hasta que les dije que yo quería ser igual o hasta mejor, por lo que me enseñaron hacer carterista, después a robar piezas de carros y ver el sistema de seguridad de cada uno de ellos, logrando hacer de manera hechiza las llamadas llaves maestras”, detalla.
Al preguntarle qué tiempo le lleva tener acceso al vehículo y en dónde termina la unidad, El Chucky señaló que “primero conseguimos a los famosos ‘halcones’, personas que vigilan a los conductores, en este caso las camionetas de las marcas Toyota, Nissan, Chevrolet… operamos, en mi caso por las noches, al tener la seguridad que la persona entra a un supermercado o simplemente a la plaza a comprar. Tenemos un rango de tiempo máximo, la operación debe tardar a lo mucho 3 minutos, desconectamos las alarmas, los artefactos especiales para quitarle seguro y de manera fina lo encendemos para llevárnoslo a una casa de seguridad, si es posible cerca del territorio guatemalteco o en su caso muy pocas son deshuesadas en talleres clandestinos”, confiesa.
-¿Cuánto te dan en efectivo por cada unidad robada, tienes miedo de que algún día te encarcelen?
“Mira, por carro me dan entre los 30 mil hasta los 50 mil pesos dependiendo el modelo. Me enfoco en las que son de trabajo, modelos de 1995 en adelante, ya que en el país vecino rápido las compran, simplemente les quitan el número de serie y listo, se ponen en marcha sin que haya problema alguno”, afirma.
Como toda acción hay una reacción. Lleva varios años robando en otros estados cercanos, aquí en Tapachula apenas regresó desde el 2023 y está consciente de que alguna vez lo van a atrapar.
“Pero tengo mis ahorros, los cuales han servido para darle a mis hijos la educación necesaria que yo no pude tener. Si caigo a la cárcel tendré que pagar abogado y eso es caro”, dice.
-¿Has pensado si justo en el momento en que robas un vehículo se da cuenta el dueño, tienes algún plan?
“Cada persona tiene su arte, no me lo estás preguntando, pero yo soy fiel a la Santa Muerte, antes de salir a hacer mis atracos llevo mi material especial y un arma de fuego, me encomiendo a ella y estoy dispuesto a todo, no creo que me deje que me agarren tan fácilmente, pero si a lo que nos enfrentamos lo último será aplicar la violencia, si no tengo otra opción, son ellos o yo”, indica.
-¿Cuáles son tus lugares idóneos para sustraerlos, qué medidas de seguridad tomas para no ser identificado por las víctimas?
“La tarde-noche se asimila a lo que fuera un abrigo para mí. Lo mío son las plazas comerciales, primero estudio la zona donde no exista el alcance de cámaras de video vigilancia cercanas, privadas, ni mucho menos las del escudo urbano C5. Yo seguiré chambeando hasta que dé mi salud, siento que un día de estos me voy a retirar, pero alguien más lo va hacer”, piensa.
Las víctimas de robo de vehículo lo que deben hacer es poner su denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), con ello tienen la esperanza de poder encontrarlo abandonado, pero lamentablemente unos de cada diez pueden correr con esa suerte.