La venta de carne de res y cerdo ha caído 30 por ciento durante la primer semana de Cuaresma, cuya situación representa un duro golpe en la economía de los tablajeros de los principales mercados de Tapachula.
El director general del Rastro Municipal de Tapachula, Jorge Ortiz Arévalo, dio a conocer que debido a la tradición religiosa la población tapachulteca opta por consumir pescados y mariscos durante la cuaresma, lo que impacta de manera negativa en el bolsillo de los integrantes de esta cadena productiva.
Estimó que son entre 12 y 15 reses diarias las que se dejan de sacrificar en el rastro de Tapachula, situación que genera pérdidas para los comercios establecidos en los mercados locales, ganaderos y tablajeros de esta región, no obstante, ante esta situación no ha subido el precio de la carne.
Así también la disminución del sacrificio y comercialización de los productos cárnicos en los principales mercados de la ciudad se debe a que las familias enfrentan una crisis económica en el que las amas de casa limitan la compra de sus productos cárnicos, así como los de la canasta básica.
"El consumo de carnes rojas durante la temporada de cuaresma, baja considerablemente y afecta la economía de los tablajeros y comerciantes en los mercados; se sabe que, por esta condición religiosa, hay una disminución del 30 % en la comercialización de carne de res y cerdo", abundó.
Por otro lado, Ortiz Arévalo dio a conocer que, en un lapso de 90 días, el Rastro de Tapachula ha recibido la inspección en dos ocasiones por parte de DIPRIS, la última, el pasado 12 de febrero, esto para garantizar la calidad del producto cárnico que llega a los mercados de la ciudad.
Detalló que dentro de las inspecciones se vigila que el ganado no se estrese en su sacrificio, que los canales no toquen el piso, la documentación y procedencia del ganado y se diagnostica la salud de los animales por parte de los médicos de la dependencia, por lo que los tablajeros reciben un certificado de calidad que pueden mostrar a los consumidores.