/ jueves 5 de mayo de 2022

Carrereando la chuleta | La perla y la rosa

Por estas fechas dio inicio la campaña de Rosy Urbina rumbo a la alcaldía de Tapachula. Una mujer que camina delante de su sombra, a la que le gustan los resultados y si vienen acompañados de celebraciones ¡que así sea!, la que no se guarda nada para ella sola, porque le gusta compartir, entregarse a lo que hace.

Hizo una campaña de caminar, de escuchar, de anotar, y nos dejó claro que es una mujer inteligente, negociadora, una excelente política.

En sus manos quedó el destino de La perla del Soconusco, nada fácil, porque así como en la casa los trastes sucios nunca se acaban, por más que uno lave y lave; en un ayuntamiento los problemas y los pendientes nunca se terminan por más que uno responda.

Y justo han sido las respuestas con acciones las que han logrado que siga teniendo la confianza de los tapachultecos. Fue con esperanza como por primera vez una mujer llegó al poder, pero fue con orden y disciplina, como lo saben hacer las mujeres, que ha logrado que las cosas funcionen, que la lana rinda, que se haga más con menos… ¡y rápido!

Mujeres guerreras y luchadoras hay muchas, muchísimas, mujeres que admiro, de las que he aprendido, de esas que no se dejan vencer, que difícilmente se doblegan, y afortunadamente tenemos a una al frente del Ayuntamiento, y que además, como toda flor, anda por la vida con alegría, con discursos coherentes, trabajando en equipo.

No anda buscando plasmar en el cemento su nombre o dejar placas más grandes que la obra; y antes de confrontarse con alguien prefiere explicarles, preguntar, informarles cuánto se invirtió o se va a invertir, porque eso sí y no otra cosa; se sincera con la gente y busca soluciones en conjunto.

La imagen de la perla y la rosa me pareció muy poética pero sobre todo muy real, nuestra Perla es dura, blanca, y necesita ser cuidada para que brille en todo su esplendor; al lado tiene una rosa que sabe perfectamente de lo que es capaz, que se sabe hermosa, perfumada, pero que tiene espinas para defenderse.

Y es que la responsabilidad viene aparejada de saber tocar puertas, de buscar mejores y más recursos para Tapachula, lejos quedaron aquellos tiempos en donde se hacían obras por capricho, y hay que reconocerle también a quienes la precedieron y que dejaron calles de concreto y asfalto, los circuitos se están cerrando y de hecho eso sería el ideal, que se pudiera planear el crecimiento y desarrollo de una ciudad no a tres años, ni a seis ni a nueve, sino una planeación a mediano y largo plazos para que las obras tuvieran continuidad y no se pretenda comenzar cada vez. Se deben sentar bases pero también se debe ser lo suficientemente inteligente para aprovechar lo que dejan y potencializarlo.

Rosy Urbina hoy es presidenta, sigue caminando y no lo hace sola, somos muchos los que comenzamos paso a paso con ella y que seguimos creyendo que es lo que Tapachula necesita. No va a arreglarlo todo, eso no es ni presupuestariamente ni materialmente posible, pero hay pruebas, muchas, de que lo intenta, y con muchos aciertos. Enhorabuena presidenta. Para eso fue electa, cierto, no es que nos esté haciendo un favor, pero como en cualquier equipo, es alentador escuchar una porra, además, el mejor reconocimiento es aquel que da el cariño de la gente, es aquel que prevalece con el paso del tiempo, ese lo tiene e inevitablemente pasará a la historia como un gran ejemplo.

Comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx

Por estas fechas dio inicio la campaña de Rosy Urbina rumbo a la alcaldía de Tapachula. Una mujer que camina delante de su sombra, a la que le gustan los resultados y si vienen acompañados de celebraciones ¡que así sea!, la que no se guarda nada para ella sola, porque le gusta compartir, entregarse a lo que hace.

Hizo una campaña de caminar, de escuchar, de anotar, y nos dejó claro que es una mujer inteligente, negociadora, una excelente política.

En sus manos quedó el destino de La perla del Soconusco, nada fácil, porque así como en la casa los trastes sucios nunca se acaban, por más que uno lave y lave; en un ayuntamiento los problemas y los pendientes nunca se terminan por más que uno responda.

Y justo han sido las respuestas con acciones las que han logrado que siga teniendo la confianza de los tapachultecos. Fue con esperanza como por primera vez una mujer llegó al poder, pero fue con orden y disciplina, como lo saben hacer las mujeres, que ha logrado que las cosas funcionen, que la lana rinda, que se haga más con menos… ¡y rápido!

Mujeres guerreras y luchadoras hay muchas, muchísimas, mujeres que admiro, de las que he aprendido, de esas que no se dejan vencer, que difícilmente se doblegan, y afortunadamente tenemos a una al frente del Ayuntamiento, y que además, como toda flor, anda por la vida con alegría, con discursos coherentes, trabajando en equipo.

No anda buscando plasmar en el cemento su nombre o dejar placas más grandes que la obra; y antes de confrontarse con alguien prefiere explicarles, preguntar, informarles cuánto se invirtió o se va a invertir, porque eso sí y no otra cosa; se sincera con la gente y busca soluciones en conjunto.

La imagen de la perla y la rosa me pareció muy poética pero sobre todo muy real, nuestra Perla es dura, blanca, y necesita ser cuidada para que brille en todo su esplendor; al lado tiene una rosa que sabe perfectamente de lo que es capaz, que se sabe hermosa, perfumada, pero que tiene espinas para defenderse.

Y es que la responsabilidad viene aparejada de saber tocar puertas, de buscar mejores y más recursos para Tapachula, lejos quedaron aquellos tiempos en donde se hacían obras por capricho, y hay que reconocerle también a quienes la precedieron y que dejaron calles de concreto y asfalto, los circuitos se están cerrando y de hecho eso sería el ideal, que se pudiera planear el crecimiento y desarrollo de una ciudad no a tres años, ni a seis ni a nueve, sino una planeación a mediano y largo plazos para que las obras tuvieran continuidad y no se pretenda comenzar cada vez. Se deben sentar bases pero también se debe ser lo suficientemente inteligente para aprovechar lo que dejan y potencializarlo.

Rosy Urbina hoy es presidenta, sigue caminando y no lo hace sola, somos muchos los que comenzamos paso a paso con ella y que seguimos creyendo que es lo que Tapachula necesita. No va a arreglarlo todo, eso no es ni presupuestariamente ni materialmente posible, pero hay pruebas, muchas, de que lo intenta, y con muchos aciertos. Enhorabuena presidenta. Para eso fue electa, cierto, no es que nos esté haciendo un favor, pero como en cualquier equipo, es alentador escuchar una porra, además, el mejor reconocimiento es aquel que da el cariño de la gente, es aquel que prevalece con el paso del tiempo, ese lo tiene e inevitablemente pasará a la historia como un gran ejemplo.

Comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx