/ viernes 11 de febrero de 2022

Carrereando la chuleta | Tenemos que ir por más

Es de sorprender el inesperado interés que presenta la plebe en temas completamente ajenos, lejanos, y hay que aprovecharlo. Cuando Stephen Hawking falleció todo el mundo se volvió experto y conocedor de la física cuántica, evidentemente fue moda, pero al menos algunos ante la duda investigaron y se enteraron que existía (la física y Hawking).

Algo muy similar pasó con la muerte de Juan Gabriel, de repente el mundo entero se sabía sus canciones, hubo descargas masivas en las plataformas de música y aunque a la semana, como era de esperarse, volvieron escuchar a Bad Bunny y se olvidaron del divo de Juárez, al menos durante algunos días sus oídos se despejaron con otras cosas.

Hay algunos amigos que no tienen la más mínima idea de cuáles son los reglamentos y lineamientos del patinaje artístico sobre hielo, yo tampoco, pero México y América Latina disfrutó, festejó y estuvo al pendiente de la participación de Donovan Carrillo y ahora es tendencia. Yo también lo congratulo por su cuarto lugar (fue su mérito, ni yo ni un montón de colgados tuvimos nada que ver). Es una disciplina que por su propia naturaleza es muy difícil que se pueda practicar en un país como México.

Donovan abrió una ventana por la que respirar y descansar un poco de los caóticos problemas que vivimos actualmente. Gracias a él por un momento se nos olvidaron las lamentables muertes de mis hermanos periodistas, la militarización del país, los espantosos problemas migratorios que tenemos, la devaluación, la inflación, entre muchas otras cosas. Y ¡qué manera de hacerlo! portando un estético traje de charro. Yo no tenía idea de lo que el joven estaba ejecutando pero lo disfruté mucho, y creo que todo el mundo.

¿Cuántos Donovan practican algún deporte, disciplina o realizan alguna actividad que no tiene ningún presupuesto y lo hacen con sus propios recursos?, ¿cuántos atletas son completamente ignorados en becas que se le terminan otorgando a quienes no las necesitan o no las merecen?, ¿cuánto dinero se derrocha en otras actividades que no dan nada a cambio? La lista es infinita.

Tenemos que hacer nuevamente un llamado a la sociedad, a ese México unido alejado de la política y a veces hasta de la religión, a ese que debe exigir que se invierta en el deporte, el arte, la cultura, que busque ejemplos, como este jovencito en el patinaje artístico, talentos que inspiren a otros jóvenes para que se alejen del estereotipo del narcotráfico, de la violencia.

Y no faltará el estúpido que quiera lucir el triunfo ajeno, pero en esencia Donovan nos volvió a recordar que somos un país inmensamente rico por su gente (además de por sus recursos naturales), maravilloso y de donde inevitablemente surgen cosas buenas. Nos la tenemos que creer de una buena vez porque si no los necios, los retrógradas y los ineptos se nos van a seguir colgando de los… cabellos.

Recuerde que puede escribirme argonzález@diariodelsur.com.mx

Es de sorprender el inesperado interés que presenta la plebe en temas completamente ajenos, lejanos, y hay que aprovecharlo. Cuando Stephen Hawking falleció todo el mundo se volvió experto y conocedor de la física cuántica, evidentemente fue moda, pero al menos algunos ante la duda investigaron y se enteraron que existía (la física y Hawking).

Algo muy similar pasó con la muerte de Juan Gabriel, de repente el mundo entero se sabía sus canciones, hubo descargas masivas en las plataformas de música y aunque a la semana, como era de esperarse, volvieron escuchar a Bad Bunny y se olvidaron del divo de Juárez, al menos durante algunos días sus oídos se despejaron con otras cosas.

Hay algunos amigos que no tienen la más mínima idea de cuáles son los reglamentos y lineamientos del patinaje artístico sobre hielo, yo tampoco, pero México y América Latina disfrutó, festejó y estuvo al pendiente de la participación de Donovan Carrillo y ahora es tendencia. Yo también lo congratulo por su cuarto lugar (fue su mérito, ni yo ni un montón de colgados tuvimos nada que ver). Es una disciplina que por su propia naturaleza es muy difícil que se pueda practicar en un país como México.

Donovan abrió una ventana por la que respirar y descansar un poco de los caóticos problemas que vivimos actualmente. Gracias a él por un momento se nos olvidaron las lamentables muertes de mis hermanos periodistas, la militarización del país, los espantosos problemas migratorios que tenemos, la devaluación, la inflación, entre muchas otras cosas. Y ¡qué manera de hacerlo! portando un estético traje de charro. Yo no tenía idea de lo que el joven estaba ejecutando pero lo disfruté mucho, y creo que todo el mundo.

¿Cuántos Donovan practican algún deporte, disciplina o realizan alguna actividad que no tiene ningún presupuesto y lo hacen con sus propios recursos?, ¿cuántos atletas son completamente ignorados en becas que se le terminan otorgando a quienes no las necesitan o no las merecen?, ¿cuánto dinero se derrocha en otras actividades que no dan nada a cambio? La lista es infinita.

Tenemos que hacer nuevamente un llamado a la sociedad, a ese México unido alejado de la política y a veces hasta de la religión, a ese que debe exigir que se invierta en el deporte, el arte, la cultura, que busque ejemplos, como este jovencito en el patinaje artístico, talentos que inspiren a otros jóvenes para que se alejen del estereotipo del narcotráfico, de la violencia.

Y no faltará el estúpido que quiera lucir el triunfo ajeno, pero en esencia Donovan nos volvió a recordar que somos un país inmensamente rico por su gente (además de por sus recursos naturales), maravilloso y de donde inevitablemente surgen cosas buenas. Nos la tenemos que creer de una buena vez porque si no los necios, los retrógradas y los ineptos se nos van a seguir colgando de los… cabellos.

Recuerde que puede escribirme argonzález@diariodelsur.com.mx