Nació con la música por dentro, sin duda alguna, los cantos del Rey David, la inspiración de su padre y el infinito amor de su madre, le dieron la bienvenida a este mundo.
Su vida, educación, buena conducta, principios, valores y el amor a Dios, fue la mejor herencia que recibió de sus padres, Don Carlos Luis Velázquez y Olga Lidia González Sánchez.
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Por supuesto, nació en el seno de una familia cristiana, sus padres lo evangelizaron y desde que tiene uso de la razón, sabe que conoció a Dios en la Iglesia Interdenominacional, la segunda en Tapachula después de la Iglesia Bautista.
Ser hijo de un ministro de una iglesia cristiana, le obligó a ser el mejor, porque siempre llevó en sus espaldas, que era el ministerio más grande de su padre y el fruto está acá, ofreciendo su historia en exclusiva para Diario del Sur.
“Así como el valiente David, llevó su música hasta la congregación, compartió sus cantos y con todo su talento, encantó, supongo a Jehová”.
Se trata de Carlos Aarón Velázquez González, el mismo que siendo un niño de cinco años descubrió que la música era su pasión, así que se inició con maestros particulares y en línea. Llegó al mundo con talento, así que la música la fue perfeccionando con maestros, diplomados y en la universidad.
Escucharlo hablar con seguridad no fue fácil para él, el camino ha sido largo. “Así que no existe algo mejor que ver a un niño inscribirse en su academia, saber de un niño que empieza a manejar un instrumento musical, nosotros le cultivamos ese talento”, cuenta de manera sencilla.
Asegura que no puede evitar rememorar (y eso que era muy pequeño y no se acuerda muy bien). “Cuando yo empezaba con mi teclado. Reconozco que mi camino ha tenido sus luces y sus sombras, porque ponerse a practicar a veces se hacía un poco cuesta arriba. Sin embargo, sabiendo lo beneficioso que iba a ser para mí, mis padres me animaban a seguir con ello”.
Estudia la primaria y la secundaria en la Escuela Teodomiro Palacios y el bachillerato en la preparatoria Tapachula, después decidió estudiar la licenciatura en Educación Física y Deporte. En la UNID, cursó una maestría en educación, enfilado a las nuevas tecnologías.
En edad adulta formalizó su vocación por la música con tres cursos en pedagogía musical, impartidos por la Universidad de Zacatecas y avalado por la SEP.
Su vida la complementó el 7 de agosto del 2022, al casarse con Keyla Berenice Aguilar Solís, quien por cierto, no canta y tampoco es apasionada de la música, es totalmente diferente a la vida de nuestro músico de hoy. No estaba involucrada en la música hasta que se convirtió en su esposa.
De formación cristiana, Carlos Aarón Velázquez González, en octubre del 2019, decide hacer realidad el proyecto de una academia de música, y nace la Academia VEGO music, en una casa ubicada en el fraccionamiento Los Laureles, pero algo grande que conmocionó al mundo, tambaleó su proyecto.
En marzo del año siguiente, la pandemia lo obliga a cerrar la academia y despedir a sus 35 alumnos. Después, la reubica en la 5ª poniente, entre 16ª y 18ª norte, y abre en 2021 comenzando de cero.
Actualmente la academia VEGO Music, tiene 40 alumnos. No existe una edad definida para estudiar música, recibe niños, jóvenes y adultos. Comenta que tener niños en la escuela le recuerda su niñez, cuando comenzó con un teclado, con canciones cristianas.
“En la academia VEGO, recibimos alumnos de 4 a 64 años, hemos tenido alumnos de más de 60 años, gente con tiempo y deseos de realizar un sueño puesto en pausa”.
Por cierto, existe un estudio reciente, que desde luego existe mucha verdad y razón en ello y, se dice que, los niños que estudian música sacan mejores notas en materias como las matemáticas, inglés y las ciencias.
Desarrollar un talento, un arte, ayuda a fortalecer la seguridad, los vuelve personas más agiles para resolver diferentes conflictos o situaciones difíciles con los que uno se enfrenta; se vuelven personas más agiles para la vida y para vivir. Esa es la misión de nuestro entrevistado, cultivar, desarrollar el talento de quienes le buscan…
En el Instituto Tapachula, desde hace seis años da clases de educación física y deporte, todos los días y todas las mañanas, porque de 4 de la tarde en adelante, la academia de música le exige su presencia.
Toda la vida Carlos Aarón ha estado ligado a la música, fotografías de su niñez son el fiel testimonio que su talento y amor a la música, es natural.
Cuando era niño, con un pequeño teclado a su medida, iba logrando interpretar las melodías que escuchaba en la radio o en los casetes cristianos.
Emocionado comparte su trabajo con alumnos que son una bomba de puro talento, por ellos, en temporada navideña ofrece un recital, tomando escenarios snobs como la zona gourmet de plaza galerías y pretende para este año, ofrecerlo en el parque Bicentenario.
Recientemente la Academia VEGO, realizó una presentación, un concierto de verano en el Teatro de la Ciudad, gracias a la ayuda del amigo Roberto Fuentes. Ahí, sus alumnos mostraron el avance y desde luego fueron ovacionado por el público.
No es caro estudiar música, al ser un apasionado del arte y la música, lo obliga a tener la academia con la esperanza de que muchos niños y adultos crezcan, se realicen y se conviertan en buenos músicos y excelentes cantantes.
La academia recibe niños a partir de los 4 años, y aclara que es complicado tener niños de esa edad pues requieren de mayor atención por lo que los integra trabajando en equipo logrando que en breve, este niño se discipline y aprenda. Asegura que motivándolos aprenden jugando. Un reto mayor para los maestros.
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Carlos Aarón es un hombre sensible y está seguro que muchos niños o jóvenes, por la situación económica en la que se encuentran, les impide aprender y desarrollar algún talento, por lo que ha instituido la política de becar, sino en la totalidad, si con un buen porcentaje al niño o joven que tenga deseos...
Carlos Aarón Velázquez González, tiene 28 años, llegó a este mundo el 22 de abril de 1995, nació en el Hospital Regional y emocionado dice que sus padres pagaron $25.00 al hospital, eso costó que llegara al mundo un hombre con talento, una promesa para quienes desean cultivar el arte musical…
En su vida personal y al lado de su esposa, tienen planes de tener hijos para el próximo año. Carlos Aarón, es joven, tiene mucho material y deseos de seguir creciendo, pero sobre todo, es feliz con lo que hace.
Carlos Aarón, seguirá creciendo, seguirá en la tarea magistral de avivar el talento en sus alumnos, seguro de que Dios, estará tomándole la mano en todo lo que haga, guiándolo para formar hombres y mujeres en el área musical.
Comentarios: morancarlos.escobar1958@gmail.com
