Una de las fotos icónicas de la ciudad es la de la 6ª sur y 2ª calle poniente que muestra una casa de adobe con techo de teja en ruinas, que en su momento perteneció a una de las familias más antiguas de la ciudad. Se trata de la familia Aliphat Granados.
El excronista de la ciudad, Jorge Augusto Villanueva del Pino, relata que en esa casa habitaban los hermanos Sofia, Neli y Manuel Aliphat Granados, muy conocidos en la ciudad por las actividades a las que se dedicaban.
Las dos hermanas estudiaron para ser cultoras de belleza en la Beauty Parlor de los Ángeles, California, Estados Unidos en los años 20´s. A su regreso a Tapachula, prácticamente en su casa abrieron un salón de belleza por las mañanas, y por las tardes daban clases de inglés.
Villanueva del Pino cuenta que Sofia y Neli practicaban su inglés todo el día, por lo que cuando estaban trabajando, haciendo los rizos a las jóvenes y señoras de la época, su conversación era en ese idioma y las personas se les quedaba viendo de manera rara. “Así eran ellas, gente muy linda”, comenta.
“Su hermano tenía su finca de café, pero en inglés ellas decían que Manuel tenía su coffee plantation y todo lo platicaban en ese idioma”, explica el excronista, quien resalta que por el negocio de cultoras de belleza recibían cartas de toda la región Istmo-Costa como por ejemplo Tonalá y Arriaga, en donde les solicitaban citas para que les arreglaran el cabello. Principalmente Sofía era la que realizaba el trabajo.
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“Aquí de Tapachula llegaban a verlas y hacían cola para que les hicieran permanentes o como decían, que las encolocharan. El método que usaban era el del termostato, una máquina eléctrica que hacía el rollo del cabello, posteriormente la tecnología fue evolucionando”, recuerda.
Dice que se daban gusto cortando mucho cabello, “preciosas trenzas” de la gente que llegaban con el cabello corto y salía con el pelo corto y rizado. Las dos hermanas fueron queridas, conocidas también como maestras de inglés que lo enseñaban por las tardes.
En el caso de Neri, agrega que llevó alta costura, al trabajar mucho tiempo en el taller de costura de doña Colomba Petris de Isasi, de origen francés y casada con un español. Relata que ella fue la que vino a Tapachula y enseño a la gente de aquí a vestir bien, a pintarse, maquillarse, etc.
De su hermano, Manuel, se puede resaltar que era el único restaurador de santos, imágenes y pinturas de todas las iglesias de Tapachula. Con él iban todos los que necesitan este tipo de trabajos.
Cabe resaltar que el abuelo de la familia Aliphat Granados, Ignacio Manuel Granados fue uno de los héroes del Maderismo en Tapachula, fusilado y posteriormente quemado junto con otros “Mártires del Soconusco”.
Finalmente, el excronista de la ciudad, dijo que la casa de al lado perteneció a la familia Amores, habitada por dos ancianitas originarias de Escuintla que se dedicaban al negocio del arrendamiento y que tenían muchas propiedades en la 6ª. y 8ª. sur. La siguiente casa perteneció a Doña Elvira Escobar, ancianita que enseñaba a leer y escribir con mucha paciencia a los niños con los métodos San Miguel y Enrique Rebsan.
Las hermanas Aliphat Granados vendieron su deteriorada propiedad y compraron una casa de material más reciente en la 8a. sur, a la vuelta junto a Don Pedro Cantón. Ahí fallecieron las dos. Actualmente esas casas sirven para oficinas de servicios de construcción y de otros trabajos.
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