Los migrantes que se encuentran aglomerados en el parque bicentenario, en las oficinas de Migración Sur o en la Estación Migratoria Siglo XXI, se encuentran sin atención médica adecuada, aún cuando organizaciones han alertado por un foco de contaminación de enfermedades virales, sin embargo, ninguna organización no gubernamental del ámbito internacional o la Secretaría de Salud, atiende la salud de estas personas que vienen de distintos países.
La directora de la Fundación Chiapaneca de Mujeres Migrantes (CHIMUMI), Fabiola Díaz, indicó que esto representa un riesgo en toda la población de Tapachula, pues en esos lugares hay registros de casos de cuadros respiratorios, diarreicos y hasta problemas de salud mental que no son atendidos, ni siquiera de manera básica.
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Dijo que el problema va más allá de una simple gripa, pues en octubre pasado se hizo un estudio en Tapachula con mujeres migrantes en edades de entre 15 a 49 años, y la mayoría de ellas presentaban quistes en los ovarios, además de desnutrición y una grave afectación psicológica.
Fabiola Díaz hizo un llamado a las instancias de salud pública, tanto del gobierno federal y estatal, para que brinden el acompañamiento médico a las mujeres y niños migrantes, debido a que la atención en las instituciones públicas es carente y no tienen la posibilidad de atenderse de manera particular.
"Es lamentable que hasta este momento las autoridades no atiendan este problema que afecta a los migrantes y que representa un riesgo para la salud de la población, la mayoría viene de países en donde cuentan con un sistema de salud carente, aunado a las situaciones a las que han estado expuestos durante su trayecto" abundó.
Expuso que, el problema de salud en los migrantes se ha acrecentado conforme viven en condiciones de calle o hacinamiento, cuyas condiciones se suman a lo que vivieron en sus países de origen como la persecución, la violencia física y sexual, y al estar en otro país en condiciones insalubres y de hambre detonan en enfermedades mentales derivadas del estrés.
Lamentó que desde que llegó a Tapachula la primera caravana migrante en octubre del 2018 a la fecha, las autoridades federales no hayan fijado una estrategia de atención, ya sea por falta de capacidad o de infraestructura institucional, sin embargo, es un problema que se puede agravar, porque se sabe que la migración no cesará.
