Noema Jesús Velázquez López, es una de las cientos de mujeres que enfrentan la maternidad de manera autónoma, ante la irresponsabilidad de su ex pareja, quien decidió no hacerse cargo de sus dos hijas.
Como mujer tradicional mexicana, nunca pensó que el divorcio fuera a ser parte de su historia, sin embargo, ese momento llegó y tuvo que enfrentarse a un futuro incierto, lleno de incertidumbre y escepticismo, pero con dos grandes motivos para seguir adelante: sus dos niñas, además del apoyo de familiares y amigos.
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Con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, contó que los primeros meses fueron difíciles, sobre todo, el asumir un doble rol en el hogar; el de ser mamá y el de ser la responsable de llevar el sustento a la casa, así como cubrir las necesidades básicas de sus niñas, "Sí ha sido un poco difícil el de asumir ese rol, sobre todo porque mis hijas eran muy pequeñas, la mayor tenía 14 años y la otra, 9 años, y enfrentarte al mundo con esa doble responsabilidad me fue estresante, pero nunca dejé de ser positiva", abundó.
Con la fe puesta en Dios y creyendo en sus capacidades, decidió enfrentarse a ese nuevo rol, por lo que comenzó a buscar un empleo, algo que años anteriores ya había realizado, pero en esta ocasión conscientes que el esfuerzo sería el doble para cubrir los gastos en casa.
Dijo que por un par de años trabajó en una financiera, posteriormente renunció e ingresó a laborar en una ferretería, en donde el salario era muy bien remunerado, sin embargo, descuidada lo más importante; pasar tiempo con sus dos hijas, "En los dos empleos en donde estuve me iba muy bien económicamente, lo que me permitía cubrir los gastos en la casa, pero me di cuenta que no pasaba tiempo con mis hijas y eso me hizo reflexionar y opté por renunciar, porque para mí, mis niñas son lo más importante", narró.
Con el apoyo de su hermana, logró ingresar a una empresa para comercializar cosméticos, que le permitían disponer de su tiempo y así disfrutar de la compañía de sus hijas. Con dedicación y ahínco en pocos meses se posicionó como una de las mejores vendedoras, lo que le permitió tener mejores ingresos.
El camino para Noema no ha sido fácil, pero con esfuerzo como emprendedora, ha podido darle los estudios profesionales a su mayor hija quien estudia en la Ciudad de México y cubrir los gastos escolares de su menor hija, quien en unos meses también iniciará la universidad, pero lo más importante, ha compartido tiempo de calidad con sus "niñas", en varios de los viajes que han podido realizar gracias a su trabajo de emprendedora.
Hoy Noema se siente feliz de todo lo que ha logrado gracias a la ayuda de Dios y a su esfuerzo, y tras hacer una retrospección en su vida, asegura que en el momento del divorcio nunca se imaginó llegar hasta este punto, pero sabe que es fruto del trabajo constante.
"Hoy cuando veo a amigas o conocidas que están pasando por la misma situación que yo pase hace algunos años les digo que no se desanimen, que la vida no termina tras la ruptura de una relación, que luchen por sus hijos, no hay mayor motivo para seguir que ellos", sostuvo.