/ jueves 7 de octubre de 2021

Carrerando la chuleta | Continúa el trabajo en Suchiate

Tuvo lugar en medio de aplausos, flores, con mucho color, así como es ella, de milagro no dijo un par de malas palabras como es su costumbre, no le gusta esconder su forma de ser. Es primordialmente empresaria pero también una presidenta polémica, funcionaria de voz fuerte, que no se deja intimidar por las jerarquías y llega a donde tenga que llegar, sobre todo si se trata de buscar mejoras para su pueblo. Una mujer que tiene algo muy valioso y de lo que muchos carecen en política: sentido común.

El informe de Sonia Eloína podría resumirse en tres grandes momentos, el primero sin duda sería el entusiasmo que no ha perdido, que le brota por los poros, se le ve feliz, disfruta el gobernar y dar soluciones. Segunda, no olvida su origen ni la problemática que vivió, sus miedos, tal vez por ello es que ha invertido mucho en espacios públicos para que la gente tenga dónde convivir, divertirse; para que la mujer de Suchiate se sienta segura y sepa que puede pedir ayuda; y tercera, la parte empresarial, pues sabe invertir el dinero, qué hacer para que lo poco que entra, rinda, como lo ha hecho hasta hoy en día en Suchiate.

No le importa que le digas “Chona”, “Güera” o “cabrona”, se ríe, es mujer fuerte, recia, firme en lo que pide, necia, testaruda, metida pues, pero también sabe reconocer cuando se equivoca y trata de repararlo; escucha a la gente y busca dar buenos resultados. Los habitantes de Suchiate lo saben, pero también se dan cuenta en los municipios que la rodean, incluyendo los de Guatemala, y por supuesto lo ha notado el gobernador de Chiapas, quien en más de una ocasión le ha echado flores como ejemplo ante otros alcaldes y alcaldesas.

Dime un reto muy grande -le pregunté-, y sin dudar me contestó “superarme”, y vaya que es difícil, porque en la primera administración hizo grandes cosas en comparación con los que la precedieron, analizó en dónde había que invertir y lo hizo, si no tenía el dinero lo buscaba, no endeudó a su ayuntamiento, se supo hacer notar por su alto desempeño y logró inversiones históricas, únicas en su municipio, como el parque que donó Pemex.

Ejemplo de empoderamiento pero no para tomarse fotos, y mire que le gustan mucho, sino para avanzar, para hacer las cosas bien, para ser recordada por acciones importantes que no sólo tengan un impacto momentáneo sino a futuro.

Sonia Eloina Hernández, mujer de principios empresariales, que ha sido golpeada por la delincuencia, que sabe vender desde un casillero de huevos hasta un proyecto en el Senado de la República. Una mujer que supo cómo llevar computadoras a zonas marginadas, que le entregó su cerebro pero sobre todo su corazón a Suchiate.

Ella lo llama segunda transformación, yo le llamo continuidad, sea como sea, quiere volver a demostrarle a la gente que no se equivocó en confiar en “Chona”, en Sonia. Todos la conocen con el apodo de “Chona”, todos la conocen como la “Güera”, no hay como Sonia para administrar.


Tuvo lugar en medio de aplausos, flores, con mucho color, así como es ella, de milagro no dijo un par de malas palabras como es su costumbre, no le gusta esconder su forma de ser. Es primordialmente empresaria pero también una presidenta polémica, funcionaria de voz fuerte, que no se deja intimidar por las jerarquías y llega a donde tenga que llegar, sobre todo si se trata de buscar mejoras para su pueblo. Una mujer que tiene algo muy valioso y de lo que muchos carecen en política: sentido común.

El informe de Sonia Eloína podría resumirse en tres grandes momentos, el primero sin duda sería el entusiasmo que no ha perdido, que le brota por los poros, se le ve feliz, disfruta el gobernar y dar soluciones. Segunda, no olvida su origen ni la problemática que vivió, sus miedos, tal vez por ello es que ha invertido mucho en espacios públicos para que la gente tenga dónde convivir, divertirse; para que la mujer de Suchiate se sienta segura y sepa que puede pedir ayuda; y tercera, la parte empresarial, pues sabe invertir el dinero, qué hacer para que lo poco que entra, rinda, como lo ha hecho hasta hoy en día en Suchiate.

No le importa que le digas “Chona”, “Güera” o “cabrona”, se ríe, es mujer fuerte, recia, firme en lo que pide, necia, testaruda, metida pues, pero también sabe reconocer cuando se equivoca y trata de repararlo; escucha a la gente y busca dar buenos resultados. Los habitantes de Suchiate lo saben, pero también se dan cuenta en los municipios que la rodean, incluyendo los de Guatemala, y por supuesto lo ha notado el gobernador de Chiapas, quien en más de una ocasión le ha echado flores como ejemplo ante otros alcaldes y alcaldesas.

Dime un reto muy grande -le pregunté-, y sin dudar me contestó “superarme”, y vaya que es difícil, porque en la primera administración hizo grandes cosas en comparación con los que la precedieron, analizó en dónde había que invertir y lo hizo, si no tenía el dinero lo buscaba, no endeudó a su ayuntamiento, se supo hacer notar por su alto desempeño y logró inversiones históricas, únicas en su municipio, como el parque que donó Pemex.

Ejemplo de empoderamiento pero no para tomarse fotos, y mire que le gustan mucho, sino para avanzar, para hacer las cosas bien, para ser recordada por acciones importantes que no sólo tengan un impacto momentáneo sino a futuro.

Sonia Eloina Hernández, mujer de principios empresariales, que ha sido golpeada por la delincuencia, que sabe vender desde un casillero de huevos hasta un proyecto en el Senado de la República. Una mujer que supo cómo llevar computadoras a zonas marginadas, que le entregó su cerebro pero sobre todo su corazón a Suchiate.

Ella lo llama segunda transformación, yo le llamo continuidad, sea como sea, quiere volver a demostrarle a la gente que no se equivocó en confiar en “Chona”, en Sonia. Todos la conocen con el apodo de “Chona”, todos la conocen como la “Güera”, no hay como Sonia para administrar.